La designación de Bad Bunny como artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026 ha generado una fuerte controversia política en Estados Unidos, sobre todo entre simpatizantes del expresidente Donald Trump.

Sebastian Gorka, asesor cercano al exmandatario, cuestionó en la red X la elección de la NFL: “¿Es la @NFL incapaz de leer la situación?”, en alusión a que el cantante puertorriqueño interpreta principalmente en español y ha respaldado causas progresistas.

A las críticas también se sumó Sage Steele, exconductora de ESPN, quien calificó al intérprete como “demoníaco”, así como voces de comentaristas conservadores que han recordado letras de canciones en las que el artista hace referencias negativas a Trump.

Compromiso social y cultural
Benito Antonio Martínez Ocasio, nombre real de Bad Bunny, ha sido un portavoz activo en la defensa de los derechos LGBT, el combate a la transfobia y la promoción del orgullo latino. En un comunicado difundido por la NFL, expresó: “Por mi gente, mi cultura y nuestra historia”, al referirse al significado de su presentación. El cantante también ha manifestado públicamente su preocupación por las políticas migratorias y la situación en Puerto Rico, su tierra natal.

El Super Bowl, que a lo largo de los años ha presentado a figuras icónicas como Michael Jackson, Madonna, Bruce Springsteen y Shakira, ha sido escenario de espectáculos con fuerte impacto cultural y, en ocasiones, político. En 2025, Kendrick Lamar protagonizó el show con un mensaje social que igualmente desató críticas en los sectores conservadores.

La actuación de Bad Bunny se llevará a cabo el 8 de febrero de 2026 en Santa Clara, California, consolidando al artista de 31 años como una de las figuras globales más influyentes de la música contemporánea