Estados Unidos y México informaron este lunes que están preparando una resolución de la ONU que autorizaría una “misión de asistencia internacional” para ayudar a mejorar la seguridad en Haití a fin de que se pueda entregar ayuda humanitaria urgente a millones de personas necesitadas.
La Embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield realizó el anuncio durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas mientras miles de personas en Haití salían a las calles para exigir la renuncia del Primer Ministro Ariel Henry.
Las protestas se llevaron a cabo el día en que el país conmemora la muerte de Jean-Jacques Dessalines, un esclavo que se convirtió en el gobernante de la primera república negra del mundo.
Thomas-Greenfield dijo que la misión propuesta -la cual “no es de la ONU”- sería por tiempo y alcance limitado y estaría encabezada por un “país aliado” que no fue identificado “con la experiencia amplia y necesaria requerida para que una labor así pueda ser efectiva”. Incluiría un mandato para el uso de la fuerza militar en caso de ser necesario.
Señaló que la resolución que se está elaborando es una “respuesta directa” a una solicitud que Henry y el Consejo de Ministros de Haití presentaron el 7 de octubre para recibir asistencia internacional con el fin de ayudar a restaurar la seguridad y atenuar la crisis humanitaria.
La propuesta refleja una opción que planteó el Secretario General de la ONU, António Guterres, en una carta dirigida al consejo el 9 de octubre, en la que pidió que uno o varios Estados miembros de las Naciones Unidas desplieguen una fuerza de acción rápida para ayudar a la Policía Nacional de Haití.
Haití ha sido presa de la inflación, que ha disparado los precios de los alimentos y el combustible, y ha exacerbado las protestas que han llevado a la sociedad a un punto de quiebre.
La vida diaria en la nación caribeña comenzó a salirse de control el mes pasado, apenas horas después de que Henry diera a conocer el fin de los subsidios a la gasolina, lo que provocó que los precios se duplicaran.
Las pandillas bloquearon el acceso a la terminal de combustible Varreux, lo que desató una severa escasez de gasolina en un momento en que el alza de los precios ha puesto a los alimentos y la gasolina fuera del alcance de muchos haitianos. El agua potable es escasa y la nación lidia con un brote de cólera.
La inestabilidad política en el país más pobre de Latinoamérica se ha desatado desde el asesinato sin resolver del Presidente Jovenel Moïse en julio del año pasado.
Moïse enfrentaba protestas de oposición en las que se exigía su renuncia por cargos de corrupción y afirmaciones de que su periodo de cinco años al frente del Gobierno había terminado.
El entonces Mandatario había disuelto la mayoría del Parlamento en enero de 2020 luego de fracasar en su intento por realizar elecciones legislativas en 2019 en medio de un estancamiento político.
Thomas-Greenfield dijo que la resolución que autoriza la misión de seguridad es adjunta a una resolución a la que The Associated Press tuvo acceso la semana pasada y que impondría un embargo armamentístico, congelación de bienes y restricciones de viaje a Jimmy Cherizier, también conocido como “Barbeque”, líder de una importante pandilla haitiana.
Las sanciones también se enfocarían en otros individuos y grupos haitianos que participen en acciones que pongan en riesgo la paz, la seguridad o la estabilidad del país, según el texto que la AP obtuvo el jueves.
La Embajadora estadounidense subrayó que su país está “muy consciente de la historia de intervenciones internacionales en Haití, y en particular de las preocupaciones de que el consejo autorice una respuesta que pudiese llevar a un papel de mantenimiento de la paz sin un límite de tiempo definido”.