El Parlamento Europeo (PE) dio este miércoles luz verde al certificado digital de COVID-19 para permitir a los viajeros probar su situación sanitaria -si se han vacunado, superado la enfermedad o obtenido un PCR negativo- e impulsar la movilidad de los europeos para la temporada de verano y el próximo curso.

La iniciativa, que salió adelante por 546 votos a favor, 93 en contra y 51 abstenciones, supone un nuevo paso en el proceso legislativo para que este documento entre en vigor el 1 de julio, si bien varios países, entre ellos España, ya lo están utilizando.

La luz verde de la Eurocámara de este miércoles confirma el resultado de las negociaciones que el Consejo (los países de la UE) y el Parlamento celebraron durante el mes de mayo.

Esas negociaciones se saldaron con un compromiso para que los Estados miembros, tradicionalmente celosos de ceder competencias sobre sus fronteras, se comprometieran a intentar no imponer restricciones adicionales a los portadores del certificado.

Los gobiernos siguen, no obstante, reservándose la opción de aplicar estas medidas -como cuarentenas o PCR a la llegada- en el caso de que la situación sanitaria empeore, si bien tendrán que asegurarse de que son restricciones proporcionadas e informar con suficiente antelación a las instituciones europeas y ciudadanos sobre su cobertura, duración y justificación.

El certificado no será equivalente a un pasaporte, ya que será posible viajar sin él por Europa, pero facilitará la entrada en otros países y permitirá beneficiarse de las exenciones de cuarentenas, pruebas a la llegada u otras medidas, que muchos países ya están empezando a anunciar.

Se podrá obtener en formato físico o digital y será completamente gratuito.

A falta de algunos trámites legales a nivel comunitario, una serie de países europeos han empezado a entregar y validar los primeros certificados; España ha sido uno de los que se han adelantado a la fecha oficial de entrada en vigor el 1 de julio y comenzó a emitirlos el 7 de junio.

Muchos países están también ajustando desde ya sus requisitos de entrada a la normativa y en las próximas semanas relajarán las restricciones que han venido imponiendo a ciudadanos de otros Estados miembros que puedan probar que han sido vacunados, dado negativo en una PCR reciente o superado la enfermedad.