La Fiscal General de los Estados Unidos, Pam Bondi, anunció el aseguramiento de 11.5 kilogramos de fentanilo, incluyendo 3 millones de pastillas, un récord en la historia del país.

Bondi detalló “el desmantelamiento de una enorme organización de tráfico de drogas y armas en Nuevo México, operada por el Cártel de Sinaloa”.

De acuerdo con la funcionaria, el golpe representa “la mayor incautación de fentanilo en la historia de nuestra nación y el arresto de seis miembros de alto nivel del cártel que se encontraban ilegalmente en los Estados Unidos”.

Durante el operativo se decomisaron, además millones de dólares en efectivo, vehículos de lujo y diversos bienes.

En la conferencia difundida a través Fox News se informó además, que el cabecilla, identificado como Alberto Salazar Amaya, residía en Salem, Oregón. En tanto, la distribución de la droga se realizaba en diversos puntos de Albuquerque, Nuevo México, Phoenix, Arizona y Utah.

En marzo pasado, Estados Unidos sancionó a seis personas y siete empresas “involucradas en una red de lavado de dinero” para el Cártel de Sinaloa, informó el Departamento del Tesoro.

El gobierno del presidente Donald Trump considera este cártel, incluido en su lista de organizaciones “terroristas” globales”, como “responsable de una parte significativa del fentanilo ilícito y otras drogas” en Estados Unidos.

Entre los sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro, destaca Enrique Dann Esparragoza Rosas.

Washington le acusa de transferir ganancias de la droga desde Estados Unidos a México utilizando un esquema de cambio de dólares por pesos mexicanos. Entre sus clientes se encuentran “Los Chapitos” (los cuatro hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el exlíder del cartel de Sinaloa encarcelado en Estados Unidos) y la facción liderada por Ismael “El Mayo” Zambada.

A partir de abril de 2023, la organización de Esparragoza blanqueó al menos 16,5 millones para el cártel, añade el comunicado.