El papa León XIV aceptó la renuncia del obispo español Rafael Zornoza, de 76 años, quien se encuentra bajo investigación eclesiástica por presuntos abusos sexuales cometidos contra un joven seminarista en la década de los noventa. Se trata del primer obispo acusado de abuso cuya dimisión es aprobada por el nuevo pontífice.

La Santa Sede comunicó la decisión mediante una escueta línea informativa en la que simplemente se anunció la aceptación de su renuncia al frente de la diócesis de Cádiz. Aunque el texto omitió mencionar el motivo, Zornoza había presentado su renuncia al cumplir 75 años, la edad habitual de retiro. Sin embargo, esta no fue aceptada hasta después de que el diario El País revelara este mes que el obispo era investigado por un tribunal eclesiástico.

Según el reportaje, basado en una carta enviada al Vaticano por el presunto afectado, Zornoza habría abusado de él desde que tenía 14 años hasta los 21, cuando el religioso era un joven sacerdote y responsable del seminario diocesano de Getafe. En la carta se detalla que el clérigo lo habría manoseado, dormido con él de forma habitual y lo instó a asistir a un psiquiatra para “curar” su homosexualidad.

La diócesis de Cádiz rechazó de forma tajante las acusaciones, pero confirmó que la investigación está en manos del tribunal eclesiástico de Madrid, conocido como la Rota. En un comunicado emitido el 10 de noviembre, la diócesis informó que Zornoza estaba cooperando con el proceso y había pausado temporalmente sus actividades para atenderse un cáncer agresivo, así como para facilitar el esclarecimiento de los hechos.
“La gravedad de las acusaciones, referidas a hechos de hace casi treinta años, es indudable, pero son completamente falsas”, señaló el documento.

Este caso constituye el primer proceso conocido públicamente contra un obispo retirado por presunto abuso sexual desde que la Iglesia en España comenzó a enfrentar de manera más profunda los señalamientos de décadas de agresiones y encubrimiento que han marcado su historia reciente.

Por ahora, el papa León XIV no ha designado a un administrador temporal para la diócesis de Cádiz.

La investigación ocurre en un contexto en el que España ha comenzado a dimensionar la magnitud de los abusos dentro de la Iglesia. En 2023, la primera pesquisa oficial identificó que el número de víctimas podría ascender a cientos de miles, basándose en una encuesta incluida en el informe de la oficina del Defensor del Pueblo.
Tras esto, los obispos españoles presentaron disculpas, aunque cuestionaron algunos aspectos del informe, calificándolos incluso como “mentira”.

Un año después, en 2024, la propia Iglesia española publicó un reporte interno en el que identificó a 728 presuntos abusadores desde 1945 y lanzó un plan de compensación a víctimas, luego de que el gobierno aprobara una iniciativa que obliga a la institución religiosa a cubrir reparaciones económicas.