El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, anticipó nuevas subidas de los tipos de interés en el futuro y descartó que vaya a haber una recesión, pese a que el banco central ha reducido a medio punto su previsión de crecimiento del PIB para 2023.
Powell consideró que nuevas subidas de las tasas de interés serán adecuadas en el futuro para llegar a “una política monetaria que sea suficientemente restrictiva para volver a una inflación del 2 por ciento”.
El presidente de la Fed hizo estas declaraciones en una rueda de prensa después de que la institución anunciara una subida de medio punto de la tasa de interés oficial, la séptima desde marzo, que se queda en una horquilla de entre 4.25 y 4.5 por ciento.
Con este aumento, el tipo de interés se pone en su mayor nivel en quince años en EE.UU. desde diciembre de 2007.
Powell indicó que se están viendo los efectos de las subidas de los tipos en la demanda de sectores tan sensibles, como la vivienda, aunque tomará tiempo que se vea todo su impacto en el mercado laboral, y eventualmente en la inflación.
“Ojalá hubiera una forma completamente indolora de restaurar la estabilidad de precios, pero no la hay”, subrayó.
En paralelo, la Fed ha hecho ya sus cálculos sobre los efectos para la economía que tendrá esta política restrictiva, y ha reducido a medio punto el crecimiento del PIB del país el año que viene, frente al 1.2 por ciento que estimaba tan solo hace tres meses.
La Fed también estima que las subidas de tipos acabarán haciendo mella en la inflación, y si bien calcula que este año cerrará con una tasa de 5.6 por ciento espera que se vaya reduciendo hasta colocarse en 2025 en 2.1 por ciento, a una décima de su objetivo.
Powell insistió en que estas proyecciones no hablan de recesión porque en ellas el crecimiento es positivo, aunque sea modesto.
Según la Fed, la primera economía mundial cerrará 2022 con un crecimiento del 0.5 por ciento y el año que viene crecerá en la misma medida. Esto supone una mejora de la previsión de este año en tres décimas pero un empeoramiento de la estimación anterior de siete décimas.
Para 2024, calcula una recuperación que llevaría al PIB a crecer 1.6 por ciento, mientras que en 2025 el crecimiento sería de 1.8 por ciento.
La Fed, además, cree que el año cerrará con un desempleo de 3.8 por ciento, una tasa muy baja que en cualquier caso aumentará en 2023 hasta el 4.6 al final del año que viene.
Powell consideró que indicadores recientes apuntan a que el crecimiento del gasto y de la actividad está siendo “modesto” en el último tramo del año.
Advirtió de que en cualquier caso el mercado laboral estadounidense sigue estando desequilibrado con la demanda de empleo superando en exceso la oferta disponible.
La Fed espera, no obstante, que este equilibrio se vaya logrando con el tiempo y pueda así aliviar la presión sobre los precios y los salarios, dijo Powell, quien espera que las condiciones del mercado laboral se suavicen a medida que se ralentice el crecimiento.
De la inflación, la Fed estima que cerrará este año en 5.6 por ciento pero se reduzca al 3.1 por ciento en 2023, el 2.5 por ciento en 2024 y llegue casi a su objetivo del 2 en 2025, con una tasa del 2.1 por ciento.