Las autoridades de la ciudad fronteriza de El Paso inauguraron el martes un jardín para la sanación interior dos años después de que un hombre armado abriera fuego contra latinos en un Walmart, donde mató a 23 personas en un ataque que causó consternación en Estados Unidos y México.
Al igual que en el primer aniversario de la matanza, muchos actos para honrar a las víctimas volvieron a estar restringidos debido a las precauciones por la pandemia del coronavirus. La dedicación del jardín —un espacio para la reflexión serena entre agua y plantas en una isla peatonal cerca de la entrada principal a un parque del condado— estuvo cerrada a todos salvo los invitados, entre los que se contaron familias de las víctimas y dignatarios. Sin embargo, fue transmitida en vivo por internet al mundo.
El juez el condado El Paso, Ricardo Samaniego, el máximo funcionario elegido del condado, dijo que la matanza cambió a la ciudad para siempre.
“El dolor sentido en El Paso aquel día y en el otro lado de nuestra frontera reverberó en toda la nación mientras todos llorábamos por las bellas almas que fueron arrebatadas y el devastador impacto que tuvo ese hecho en nuestra comunidad”, afirmó. Su esperanza, señaló, es que el jardín “permanezca como un faro para aquellos que necesiten fortaleza y contarán una historia que jamás será olvidada”.
Otro acto que incluyó distanciamiento social fue el recorrido por las luminarias. Las luminarias son las tradicionales linternas hechas con bolsas de papel, arena, y veladoras o luces de LED. Asimismo, una estrella gigante situada en el flanco de un cerro que da hacia El Paso interrumpió su luz 23 ocasiones, una vez por cada persona asesinada.
El presidente Joe Biden conmemoró la ocasión con un mensaje en redes sociales dirigido a “las familias de las 23 almas perdidas hace dos años en un día como hoy en El Paso”.