El mundo enfrenta un severo aumento del hambre a consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que el número de personas en condición de desnutrición podría sumar entre 8 y 13 millones a los 811 millones ya existentes.

Rusia y Ucrania son los productores agrícolas más importantes en el mundo, por lo que el conflicto ha traído volatilidad en los precios y escasez.

Juntos, ambas naciones contribuyen en poco más de la mitad de la producción mundial de aceite de girasol, además representan 29% de las exportaciones de trigo y 19% de maíz.d

Los países que más dependen de la importación de harina de trigo de la región en conflicto son: Eritrea, Armenia, Mongolia, Azerbaiyán, Georgia, Somalia, Bielorrusia, Turquía, Líbano y Egipto; en éste último el gobierno la subsidia para que la población pueda alimentarse, al menos, de pan.

Además, se espera proliferación de enfermedades en animales destinados al consumo, la peste porcina africana es considerada un foco rojo.

Asimismo, el organismo alertó de aumentos de precios internacionales de alimentos y piensos (forraje para ganado) de entre 8 y 22% por encima de niveles de referencia ya elevados.

La FAO indicó que aunque otros países eleven su producción, los altos costos seguirán. Calculan que, entre 20 y 30% de las áreas sembradas en invierno en Kiev no podrán cosecharse, y que el rendimiento de éstos, sin el cuidado óptimo, se verá afectado.

Mientras que Mariúpol, ciudad industrial que alberga el mayor puerto comercial del mar de Azov, está paralizado; lleva semanas siendo objeto de ataques rusos. Las cosechas y exportaciones están entorpecidas.

Desde el inicio del conflicto el precio del trigo se disparó 25%, y el maíz 12%. Actualmente, Kiev busca exportar sus productos por el Mar Negro, pero también busca elevar sus exportaciones vía ferrocarril a Rumania, Polonia y Eslovaquia.

UCRANIA DENUNCIA ROBOS
Las autoridades ucranianas denunciaron ayer el “saqueo” y la destrucción de equipos en la antigua central nuclear de Chernóbil, que estuvo ocupada por tropas rusas hasta el pasado 31 de marzo, según la OIEA.

En tanto, un ataque ruso dejó completamente destruido el aeropuerto de Dnipro, la cuarta ciudad más poblada de Ucrania.