Crisis mutuamente relacionadas como la guerra de Ucrania, la inflación de alimentos y energía o la inestabilidad financiera han paralizado la recuperación del mercado laboral global, que se aleja aún más de los niveles previos a la pandemia, indica hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Su nuevo informe de seguimiento global del empleo calcula que en el primer trimestre de 2022 se trabajaron en el mundo un 3.8 por ciento menos de horas que a finales de 2019, lo que supone que la pérdida de empleo con respecto a antes de la pandemia se eleva aún a 112 millones de puestos de trabajo a tiempo completo.

La cifra está lejos de los 537 millones de empleos del segundo trimestre de 2020, el peor momento de la pandemia, pero supone un visible empeoramiento con respecto a finales de 2021, cuando los puestos de trabajo perdidos que se calculaban eran 95 millones.

La recuperación se ha paralizado e incluso se ha revertido en algunos sitios”, destacó al presentar las cifras el director general de la OIT, Guy Ryder, quien previó que estos números empeoren a lo largo de 2022 y en el segundo trimestre la pérdida global de trabajo con respecto a antes de la pandemia equivalga a 123 millones de empleos.

“Observamos además una creciente y peligrosa divergencia en la recuperación de las economías ricas y pobres, ya que en muchas de las primeras esperamos cierta recuperación en este trimestre mientras que las segundas apuntan a un estancamiento o una caída”, subrayó.

Asia-Pacífico encabeza las pérdidas

Por regiones, la que actualmente tiene un mayor déficit de empleos con respecto a antes de la pandemia es Asia-Pacífico (77 millones menos), mientras que en África son 16 millones menos, en América 6.5 millones y en Europa 10 millones.

Para el segundo trimestre de 2022 se espera que Europa sea uno de los países donde este déficit aumente en mayor medida, hasta los 18 millones de empleos perdidos, mientras se esperan bajadas en el continente americano (4.9 millones) y en África (15.5 millones), de acuerdo con el documento de la OIT.

Ryder también subrayó que sigue sin recuperarse el nivel de los ingresos por trabajo con respecto a antes de la pandemia, con tres de cada cinco trabajadores viviendo en países donde este indicador continúa por debajo de las cifras de 2019.

Preocupan mucho las perspectivas de poder adquisitivo y calidad de vida de estos trabajadores, en un momento en el que se prevé que la inflación continúe a niveles altos”, analizó el máximo responsable de la OIT.

La brecha de género aumenta

La organización señala en su informe además que la brecha de género en el mercado laboral, ampliada durante la pandemia, sigue agrandándose: las mujeres globalmente trabajan de media 18,9 horas semanales, apenas un 57 por ciento del promedio de los hombres (33,4 horas).

Para intentar regresar a la senda de la recuperación, la OIT propone una serie de medidas, entre ellas un ajuste de políticas macroeconómicas con el objeto de abordar las dificultades relacionadas con la inflación y la sostenibilidad de la deuda.

La guerra en Ucrania ha provocado por otro lado la pérdida directa en ese país de 4,8 millones de puestos de trabajo, y también se espera que tenga impacto en los mercados laborales de países vecinos receptores de refugiados como Polonia, Hungría, Rumanía, Moldavia o Eslovaquia.

El impacto de las sanciones a Rusia podría por otro lado ser muy negativo para los países de Asia Central, origen de muchos trabajadores migrantes en territorio ruso, indicó hoy Ryder.