Las autoridades de Guatemala han elevado el nivel de alerta por la erupción del volcán de Fuego, que mantiene una actividad explosiva con columnas de humo y ceniza “abundante” que se extiende incluso a más de 200 kilómetros de la montaña, situada en la zona sur del país sudamericano, lo que llevó a evacuar preventivamente a más de mil personas y al cierre de una carretera.

La erupción comenzó en la madrugada del jueves y por la tarde se procedió “a evacuar a mil 054 personas” de cinco comunidades cercanas, dijo en rueda de prensa el secretario ejecutivo de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), Óscar Cossio. Sin embargo, aclaró que el número aumentará debido a que falta por contabilizar a los evacuados de otras dos comunidades cercanas al coloso de 3 mil 763 metros de altura.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ha declarado la alerta naranja y ha recomendado la evacuación de dos zonas cercanas al volcán. También se ha cerrado una carretera cercana, mientras que las autoridades han suspendido clases como medidas de precaución tras el inicio de la erupción en la madrugada del jueves.

Los expertos han detectado una “tendencia a disminuir” en la actividad eruptiva, pero la Conred ha confirmado en su último boletín que sigue habiendo flujo piroclástico, avalanchas y una gran cantidad de ceniza suspendida en el ambiente, potencialmente peligrosa en caso de lluvia. Por este motivo, ha recomendado extremar la vigilancia en un radio de hasta siete kilómetros en torno a la montaña, lo que pasa también por prohibir el acceso de turistas o de deportistas a las inmediaciones del volcán de Fuego, uno de los tres considerados activos en Guatemala.

Cossio precisó que todas las personas fueron trasladadas a un recinto deportivo del municipio de Santa Lucía Cotzumalguapa, cercano al volcán situado a 35 kilómetros al suroeste de Ciudad de Guatemala, entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez. En tanto, el director del estatal Instituto de Vulcanología, Edwin Rojas, afirmó por la noche que “se está teniendo un decrecimiento de la actividad (eruptiva) del volcán”.

Datos de la Conred, entidad a cargo de protección civil, estiman que hay unas 130 mil personas en riesgo por la caída de ceniza. Además, fueron habilitados 13 albergues en cuatro municipios cercanos, que pueden recibir a unas 7.600 personas evacuadas, dijo a la AFP el vocero de la Conred, Rodolfo García.

“Los flujos piroclásticos son mezcla de gases, ceniza y bloques de roca con altas temperaturas que descienden a gran velocidad por los flancos del volcán de Fuego”, explicó Conred.

Como medida preventiva, también “se tomó la decisión de suspender el tránsito vehicular” en la ruta RN-14, dijo el viceministro de Comunicaciones (redes viales), Carlos Figueroa, en rueda de prensa. Se trata de una vía secundaria en las faldas del volcán y conecta varios poblados con la ciudad colonial de Antigua, el principal sitio turístico del país y Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco desde 1979.

Imágenes divulgadas por la policía de caminos mostraron automóviles y motocicletas detenidos en la carretera ante el riesgo de que pueda ser alcanzada por la caída de material volcánico. En diciembre pasado, una erupción del volcán de Fuego llevó a las autoridades a cerrar el aeropuerto de la capital y la misma carretera, pero la actividad volcánica cesó al cabo de algunas horas.

El volcán de Fuego provocó una avalancha de material ardiente el 3 de junio de 2018, que arrasó la comunidad San Miguel Los Lotes en Escuintla y parte de esa carretera en Sacatepéquez, y dejó 215 muertos y una cifra similar de desaparecidos. Tiene la fama de ser el más activo de Centroamérica desde que llegaron los conquistadores españoles hace unos 500 años.