CIUDAD DEL VATICANO.— Casi 135 mil personas han acudido en total a visitar los restos de Benedicto XVI, en la basílica de San Pedro, para despedir al papa emérito fallecido el domingo pasado.
En contraste, dos millones que asistieron a ver a Juan Pablo II.
Entre los visitantes de ayer, destaca el cardenal Raymundo Damasceno Assis, arzobispo emérito de Aparecida, quien afirmó que Joseph Ratzinger será doctor de la Iglesia católica.
“Creo que lo canonizarán pronto. En él, lo primero que destacaba era su humanidad”, dijo el purpurado, que fue copresidente de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida.
El título de doctor puede ser otorgado por un papa o un concilio y es un reconocimiento muy importante que se atribuye, de manera excepcional a quienes en cualquier época han afirmado y defendido la ortodoxia cristiana con sus propios escritos.
Asimismo, Damasceno Assis reconoció su destacado “su capacidad de acogida y de escucha”.
“Oía a unos y a otros y después, en oración, tomaba sus decisiones. Era una persona humilde y de gran humanidad, en contra del estereotipo que circuló sobre él”, agregó el prelado.
Ayer, los fieles formaron una larga fila ininterrumpida, desde las 9:00 hasta las 19:00 horas (tiempo local).
En un clima de silencio, duelo y respeto, pasaban casi sin detenerse delante de los restos del pontífice emérito, situados delante del cadáver, para agilizar la afluencia de gente.
También destacó la presencia de Georg Ganswein, quien durante 20 años fue secretario personal de Joseph Ratzinger, también cuando fue elegido papa y tras su renuncia en 2013.
Gänswein llegó a San Pedro en torno a las 16:30 horas (tiempo local) y se mantuvo con el rostro tranquilo y sereno en el lugar por unos 90 minutos.
El papa Benedicto será enterrado mañana en un ataúd de ciprés en el que se introducirán tres elementos: monedas conmemorativas a su pontificado; un texto que describe los hechos principales de su pontificado, en un cilindro metálico, y palias correspondientes a su dignidad episcopal.
Al no ser el pontífice actual, a Benedicto XVI no se le enterrará con distintivos de los papas como el anillo o la cruz pastoral.
El papa Francisco presidirá la ceremonia de despedida de su antecesor.
En el evento, sólo habrá delegaciones oficiales de Italia y Alemania, al no tratarse del pontífice reinante, mientras que los jefes de Estado irán a título personal.
Para el evento, según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se han registrado más de seiscientos periodistas.