El papa Francisco pidió que la ayuda y la solidaridad de la comunidad internacional para aliviar las consecuencias del fuerte terremoto que asoló este sábado el sur y otras zonas de Haití dejó al menos 304 muertos y cuantiosos daños materiales,

Tras el rezo del ángelus dominical en la plaza de San Pedro, el papa expresó su cercanía “a las queridas poblaciones afectadas duramente” por el terremoto y su oración por las víctimas y su ánimo a los supervivientes.

Y deseo que “se mueva el interés participativo de la comunidad internacional y que la solidaridad de todas pueda aliviar las consecuencias de la tragedia”.

El terremoto de magnitud 7,2 en la escala de Richter que asoló el sur y otras zonas de Haití dejó al menos 304 muertos y cuantiosos daños materiales, agravando la de por sí difícil situación del empobrecido país caribeño.

El terremoto, que ya forma parte los 10 sismos más letales de los últimos 25 años en Latinoamérica, se registró a las 08.29 hora local (12.29 GMT), a unos 12 kilómetros de la localidad de Saint-Louis du Sud, con un epicentro de 10 kilómetros de profundidad, y también se sintió en la República Dominicana y Cuba, de acuerdo con el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).

El USGS, que llegó a emitir una alerta de tsunami que posteriormente canceló, asignó al terremoto una alerta roja en su escala de daños humanos, que significa que “es probable que haya un alto número de víctimas y es probable que el desastre afecte a una zona extensa”, indicó en su página web.

Tras el sismo se produjeron cinco réplicas, entre ellas una de magnitud 5,2 a 17 kilómetros de la localidad de Chantal, también con un epicentro de 10 kilómetros de profundidad.