El gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles sanciones contra las dos principales petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, como respuesta a la «falta de compromiso serio» de Rusia para avanzar hacia un proceso de paz que ponga fin al conflicto en Ucrania.

«Dada la negativa del presidente Vladimir Putin a detener esta guerra sin sentido, el Departamento del Tesoro sanciona a las dos mayores empresas petroleras de Rusia que financian la maquinaria bélica del Kremlin», afirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en un comunicado.

Las sanciones, que se hicieron públicas poco después del anuncio en la Casa Blanca, buscan «reducir la capacidad del Kremlin» y subrayan la disposición de Washington para alcanzar una solución pacífica al conflicto. Bessent destacó que el Tesoro está dispuesto a aplicar nuevas medidas si es necesario y animó a los aliados de EE.UU. a sumarse a estas restricciones.

El expresidente Donald Trump calificó las medidas de «sanciones masivas» y aseguró que, dado que Rusia produce grandes cantidades de petróleo, espera que estas acciones ejerzan presión sobre Putin y también sobre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Rosneft, empresa estatal rusa, produce cerca del 6 % del crudo a nivel mundial y casi la mitad de la producción de Rusia, mientras que, junto a Lukoil, exportan 3,1 millones de barriles diarios. Las sanciones no sólo afectan a las compañías principales, sino también a sus filiales y empresas vinculadas donde posean más del 50 % de participación, directa o indirectamente.

Entre las medidas se incluye el bloqueo de todos los bienes e intereses de estas empresas en territorio estadounidense, la prohibición de transacciones con personas o empresas de EE.UU. y su exclusión del sistema financiero del país.