Estados Unidos, Ucrania, garantías de seguridad y Volodimir Zelenski marcaron la agenda tras la reunión entre el presidente ucraniano y Donald Trump, actual presidente de EE. UU., realizada en Florida. Zelenski informó que Washington ofreció garantías de seguridad “sólidas” frente a Rusia por un periodo de 15 años prorrogables, como parte de los esfuerzos para avanzar hacia una salida al conflicto iniciado en febrero de 2022.
El mandatario ucraniano señaló que dichas garantías de seguridad son un requisito indispensable para que su gobierno considere levantar la ley marcial en Ucrania, vigente desde el inicio de la guerra. Durante una conferencia de prensa en línea, Zelenski explicó que planteó a Trump la posibilidad de ampliar el plazo de estas garantías a 30, 40 o incluso 50 años, propuesta que, según dijo, el presidente estadounidense se comprometió a analizar.
Tras el encuentro realizado en Mar-a-Lago, Trump se mostró optimista respecto a las negociaciones para poner fin al conflicto y afirmó que las partes están “más cerca que nunca” de un acuerdo, aunque no ofreció detalles sobre avances concretos. En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que el gobierno ruso coincide con Trump en que las conversaciones entraron en una fase final, luego de intensificarse desde noviembre.
Zelenski no detalló públicamente el contenido completo de las garantías de seguridad propuestas por EE. UU., pero indicó que incluyen elementos discutidos previamente entre Washington y Kiev. Entre ellos, mencionó la posibilidad de establecer un mecanismo similar al artículo 5 de la OTAN, que contempla asistencia en caso de agresión armada.
El presidente ucraniano afirmó que Trump confirmó los términos generales de la propuesta y señaló que su implementación deberá ser sometida a votación en el Congreso de Estados Unidos, lo que convertiría el respaldo en un compromiso institucional de largo plazo.
Zelenski subrayó que la duración y solidez de estas garantías son clave para generar certidumbre interna y avanzar hacia un eventual escenario de normalización, en un país que se mantiene bajo un régimen legal de excepción desde hace más de dos años.