Corea del Sur logró colocar en órbita su cuarto satélite espía como parte de una estrategia nacional para reforzar su sistema de monitoreo autónomo sobre Corea del Norte, informó este martes el Ministerio de Defensa. El dispositivo forma parte de un ambicioso plan que contempla el despliegue de cinco satélites de reconocimiento para finales de este año.
“Planeamos confirmar si el satélite funciona correctamente a través de la comunicación con una estación terrestre”, detalló el ministerio, según declaraciones difundidas por la agencia de noticias Yonhap.
Hasta hace poco, Seúl dependía de imágenes satelitales proporcionadas por Estados Unidos para supervisar los movimientos militares norcoreanos. Con esta nueva red, el país busca fortalecer su capacidad de recolección de inteligencia sin depender de aliados externos.
El primer satélite de esta serie fue lanzado en diciembre de 2023 desde California, seguido por el segundo en abril de 2024 desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. El tercero, de manufactura nacional, fue puesto en órbita en diciembre pasado mediante un cohete SpaceX Falcon 9 desde la base Vandenberg.
Este nuevo lanzamiento ocurre mientras Corea del Norte también acelera el desarrollo de su tecnología espacial con fines militares, en una creciente competencia por el dominio del reconocimiento satelital en la península coreana. Las autoridades surcoreanas aseguran que estos avances son esenciales para garantizar una vigilancia constante y reforzar su seguridad nacional ante posibles amenazas.