El conocido Arco de Darwin, una formación icónica en el plano geológico y turístico, situada en el norte de las islas Galápagos, colapsó tras un proceso de erosión natural, informó el Ministerio del Ambiente de Ecuador.

Esta gigante formación, parecida al Arco del Triunfo, era habitualmente visitada por turistas y un sitio en el que se solían practicar actividades de buceo, según operadores turísticos de la zona, que no han informado de víctimas ni otro tipo de daños.

El lunes “se reportó el colapso del Arco de Darwin, el atractivo puente natural” ubicado junto a la isla Darwin, la más al norte del archipiélago de Galápagos, como “consecuencia de la erosión natural”, indicó el Ministerio en un mensaje de Twitter.

El llamado Arco de Darwin es una piedra natural que en algún momento formó parte de la isla del mismo nombre, a la que no hay como visitar por tierra, por norma de protección de la biodiversidad del archipiélago ecuatoriano.

Sin embargo, el sitio es “considerado uno de los mejores lugares del planeta para hacer buceo y observar escuelas de tiburones y otras especies”, explicó el Ministerio.

Según imágenes captadas por turistas, al parecer el dintel del Arco de Darwin se vino abajo y solo han quedado las pilastras de la formación.

En ese sitio, tras una sumersión en buceo, se pueden observar tiburones, tortugas marinas, delfines, infinidad de especies de peces y hasta tiburones ballena, indicaron operadores turísticos de la zona.

Especialistas en buceo han calificado a ese lugar como el mejor del mundo para esa actividad y llamaban a la inmersión como “el teatro”, debido a que el visitante podía permanecer quieto, asido a las rocas bajo la superficie, para mirar el espectáculo de las especies marinas.

Este archipiélago, surgido de erupciones submarinas, está situada en una de las zonas volcánicas más activas del planeta, y también está sometida a una gran actividad sísmica.

Las islas Galápagos, que fueron declaradas en 1978 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, están situadas en el océano Pacífico a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador.

Este archipiélago, formado por 13 islas grandes, 6 menores y 42 islotes, es considerado un laboratorio natural que permitió al científico inglés Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.