El candidato Bernardo Arévalo, el inesperado favorito que promete luchar contra la corrupción, ganó la presidencia de Guatemala con el 95% de las mesas de sufragio contabilizadas, según el conteo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Afortunadamente ya tenemos una tendencia sumamente importante”, dijo la presidenta del TSE, Irma Palencia, al anunciar que Arévalo cosecha el 59% de los votos, mientras su rival, la exprimera dama Sandra Torres, el 36%, según el conteo oficial.
Con el 98.2% de las actas procesadas por el TSE, Arévalo, un diplomático de carrera de 64 años, cosechaba el 58.6% de los votos y Torres, de 67 años y vista como representante del statu quo, tenía el 36.7%.uatemalteco hará oficial en las próximas horas el resultado que permitirá al candidato del Movimiento Semilla ser investido el próximo 14 de enero por un período de cuatro años.
El hijo del exmandatario Juan José Arévalo (1945-1951) cosechó simpatías con sus promesas de erradicar la corrupción, aumentar la cantidad de policías, mejorar la generación de empleo y combatir el cambio climático.
Un probable gobierno de Arévalo buscaría aumentar el gasto, particularmente en salud y educación, y priorizaría una ambiciosa agenda de transparencia, dijo la consultora Eurasia.
El candidato utilizó sus redes sociales para agradecer al pueblo guatemalteco.
En tanto, el presidente Alejandro Giammattei también se pronunció en las redes sociales para felicitar a Arévalo.
Felicito a los guatemaltecos por la realización de las elecciones en paz, con pocos incidentes aislados. Felicito también a Bernardo Arévalo de León y extiendo la invitación para iniciar la transición ordenada, al día siguiente de que los resultados queden oficializados”, destacó.
En la última década, Guatemala ha venido descendiendo en el ranking de percepción de corrupción de la ONG Transparencia Internacional hasta alcanzar el año pasado su peor calificación y ubicarse en el puesto 150 de 180 países.
El nuevo presidente de Guatemala asumirá el poder a principios de 2024 mientras la violencia y el alto costo de vida azotan al país, provocando que se haya convertido en el principal expulsor de migrantes centroamericanos a Estados Unidos.
La ONU estima que más de 1.3 millones de guatemaltecos viven en Estados Unidos, la mitad de ellos de forma irregular.