La cerveza belga, un orgullo nacional que ya alcanzó el estatus de patrimonio de la Humanidad reconocido por la UNESCO, tiene a partir de ahora en Bruselas su propio museo, que incluye una zona de degustación.
El “Mundo de la Cerveza Belga” abre las puertas este sábado en la antigua e imponente sede de la Bolsa de Valores, en un proyecto que se propone convertir al lugar en una atracción turística de la capital belga. Al presentar el museo a la prensa, el alcalde de Bruselas, Philippe Close, acotó que otro objetivo es “apoyar a un gran sector económico”.
Bélgica, un país de 11.5 millones de habitantes, es sede de unas 430 cervecerías, que generan unos 6 mil 900 puestos de trabajo directos y otros 50 mil indirectos, de acuerdo con datos oficiales recientes. Además, la Federación de Cerveceros Belgas sostiene que el 70% de toda la producción está destinada a la exportación.
El boleto de entrada al museo permite, además de conocer detalles de la producción belga de cerveza, degustar la bebida en una terraza especialmente diseñada en la azotea del edificio. En el “Sky Bar” se ofrecen variedades de cerveza blanca u oscura, ámbar, ecológica, sin contar con la pilsen ligera de triple fermentación, apenas algunos de los mil 600 tipos de cerveza catalogados en Bélgica.
Antes de llegar a la terraza de degustación, el museo repasa la historia de la bebida nacida en la Edad Media europea, recordando los ingredientes básicos y las múltiples técnicas de elaboración. El paseo está apoyado en numerosas pantallas táctiles y hasta una “experiencia sensorial”. El diario belga L’Echo mostró el interior del edificio con las salas que contrempla el museo, en una vista de 360°.
Una sala especial propone una inmersión total en una reproducción de un tanque de fermentación, de modo de que las paredes surgen burbujas como las del proceso de gasificado de la bebida.
“Hemos desarrollado un museo lúdico”, dijo Charles Leclef, quien la preside la junta municipal autónoma encargada del funcionamiento del local.
De acuerdo con Leclef, “no se trata de fomentar el consumo de cerveza, sino que mostrar que ella forma parte de nuestra vida diaria en Bélgica, y buscar una forma de contárselo a la gente”. Recordó que “no somos el mayor productor del mundo, ni mucho menos, pero sí los más creativos, por su enorme diversidad, sus diferentes sabores, y su complejidad”.
Sin embargo, el museo ya ha recibido críticas de pequeños productores de cerveza, que ven la iniciativa como una plataforma de promoción de las grandes marcas y los principales grupos. Bélgica es la sede del líder mundial, AB Inbev —dueño de Grupo Modelo—, cuyas marcas emblemáticas están presentes en la muestra.
“Obviamente, ha habido mayores contribuciones financieras de las mayores empresas [del sector] pero ninguna cervecería tiene aquí un sitio privilegiado”, aseguró Leclef.
El museo sobre la cerveza es parte del complejo proceso de renovación del histórico y espectacular edificio de la Bolsa de Valores, que fue vaciado en 2014.