El grupo yihadista Al Qaeda amenazó de muherte al prínicpe Harry de Inglaterra, añadiéndolo a su lista de objetivos al mencionarlo en la revista yihadista One Unmah, que fue retomada por varios medios españoles, pidiendo a sus seguidores “vengarse” del mimbro de la familia real británica tras confensar en su más reciente libro autobiográfico sobre su paso por Afganistán con el ejército británico, donde mató al menos a 25 yihadistas.
“No fue una estadística que me enorgulleciera, pero tampoco me avergüenzo. Cuando me encontré inmerso en el calor y la confusión del combate, no pensé en esas 25 personas. Eran piezas de ajedrez retiradas del tablero; la gente mala eliminada antes de que pudieran matar a la gente buena”, había dicho el príncipe Harry en una declaración de su libro.
Los cometarios no pasaron desapercibidos para Al Qaeda y afirmó que las manos islámicas “recibieran su justa retribución”.
“Sería una oportunidad para que la Corona británica se vengue de su hijo disidente reduciendo el costo de asegurarlo, y para dar paso a las manos islámicas para que sean ellas las que se tomen su justa retribución, ya que los crímenes no caen por estatuto de limitaciones, y los hombres correctos corren tras él, y alabado sea Alá, Señor de los Mundos”, dijeron los miembros de Al Qaeda en la publicación.
Al Qaeda también se quejó de la cobertura de los medios occidentales del libro de Harry, en particular de la falta de respeto mostrada por la pérdida de vidas afganas. “Como si la sangre afgana no tuviera el más mínimo respeto en esta mentalidad arrogante”, dijeron.
Exigió que el pueblo afgano reciba una compensación por las bajas a manos del príncipe Harry, apelando a la ONU citando la Convención de Ginebra. Expresaron su enojo por lo que vieron como el sentido distorsionado de la autoridad moral de Reino Unido: “Los ingleses racistas están por encima de los humanos; los demás son sólo peones y piezas de ajedrez que el inglés puede quitar de la faz de la tierra cuando quiera y desee la matanza.”
“En la caída animal de su familia y parientes en Londres, el mundo sabe que la corona británica es parte de la civilización de los monos, que solo se preocupa por sus caprichos sexuales, y que la familia real es una familia caída dentro de una sociedad inglesa bestial y que no es digna de respeto y aprecio en absoluto; y que lo que el príncipe Harry reveló son manifestaciones y reversiones del estándar de la miserable vida británica degenerada, y la muy compleja educación real, por lo que sus memorias fueron un reflejo de la realidad de la decadencia”, dijeron.