El preso político egipcio-británico Alaa Abdel el-Fattah puso fin a su huelga de hambre de siete meses, según escribió en una carta a su familia difundida este martes.

“He puesto fin a mi huelga”, dijo el activista prodemocracia, según su hermana Mona Seif, que publicó una foto de la carta dirigida a su madre desde la prisión donde está recluido. Abdel el-Fattah comió solo 100 calorías al día durante siete meses y dejó de hacerlo el 2 de noviembre. Cuatro días ms tarde, cuando empezó la COP27 en Egipto, también decidió dejar de ingerir líquidos.

Su familia alertó en las últimas semanas sobre el delicado estado de salud de este activista, quien inició su huelga de hambre para protestar contra su detención y la de las otras 60 mil personas encarceladas en Egipto por motivos políticos, según las oenegés. En su carta, con fecha de este martes, Abdel el-Fattah, quien cumplirá el viernes 41 años, asegura: “quiero celebrar con ustedes mi aniversario este jueves, llevadme un pastel”.

Su madre lo pudo visitar por última vez el 17 de octubre y desde entonces solo tuvo conocimiento de su situación a través de sus cartas, enviadas por la administración penitenciaria, que deniega desde 2020 los permisos de visita a su abogado. Abdel el-Fattah fue condenado a finales de 2021 a cinco años de cárcel por “difusión de informaciones falsas”, tras pasar la mayor parte de la década pasada entre rejas.

El activista se dio a conocer durante el movimiento sindical Kefaya en los años 2000 y participó en la Primavera Árabe de 2011 que derrocó al presidente Hosni Mubarak y en las marchas tanto contra el islamista Mohamed Mursi como contra el actual mandatario Al Sisi. Sanaa Seif, una de las hermanas del activista, denunció su situación en dos ruedas de prensa durante la conferencia del clima de la ONU, celebrada en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij este noviembre.

Al Sisi fue interpelado por varios de sus homólogos sobre el caso de Abdel El-Fattah, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.