Los primeros años del nuevo milenio quedaron en la memoria de millones de personas cuando un grupo, surgido de una telenovela, se convirtió en todo lo que los representaba. RBD llegó para ocupar un lugar importantísimo de una generación que encontró en ellos una inspiración para seguir sus sueños y, obviamente, ser rebelde.

Tuvieron que pasar 15 años desde que la banda se despidió de los escenarios para poder volver a verlos juntos y, con una gira de más de 50 fechas —de las cuales siete fueron en la Ciudad de México—, fue como Dulce María, Anahí, Maite, Christian y Christopher incendiaron el Estadio Azteca y le mostraron a más de 100 mil personas que su rebeldía los llevó a hacer este viaje una vez más y concluirlo llenos de amor.

Un escenario con una plataforma en medio de un universo en expansión reveló que los chicos de la Elite Way School venían con todo para hacer de las suyas. El quinteto se apoderó del lugar y de la gente que abarrotó el coloso de Santa Úrsula.

Y así como lo habían prometido en el audio grabado de introducción, Tras de mí y Un poco de tu amor fueron los primeros dos shots de energía que la gente necesitaba para olvidar el frío que se sintió anoche.

“Buenas noches, Estadio Azteca. ¡Ay, ay, ay! Esto es un sueño hecho realidad. Esta noche está llena de emociones y melancolía, solo queremos decirles gracias infinitas”, dijo Anahí.

“Hoy es noche de graduación en el Elite Way School”, soltó Christian, arrancando los gritos del público que comentaba que con el frío que se sentía, el cantante era un valiente al salir con un corset.

Luego de un momento de agradecimiento por parte de cada uno de los integrantes, Christopher le dio la sorpresa a las 100 mil personas que, con sus celulares, los ayudaran a grabar un video.

“Vamos a grabar el primer video del primer sencillo para TikTok, esto es Cerquita de ti”, dijo antes de que el tema popero con toques de urbano pusiera a grabar a los fans.

Aún hay algo y Otro día que va, en el que las chicas hicieron gala de un cambio de vestuario, hicieron saltar al público mientras preparaban una nueva descarga de energía.

“Arriba las mujeres”, gritó Anahí, quien por momentos dejaba salir a la Mía Colucci que lleva dentro mientras cantaba Así soy yo. Después, Maite dejó ver la dulzura de Lupita con Cuando el amor se acaba, y entonces Roberta se apoderó de Dulce María y la incendió con Fuego.

Christopher no dudó en mostrar sus dotes para hacer beatbox antes de agradecer y pedir “amor, empatía y perdón para todos esos lugares que lo necesitan, no más guerras. Esta canción se la dedico a todos los que ya no están aquí y a los de esta noche porque son unos guerreros y guerreras”, dijo antes de que su voz guiara la de miles en Inalcanzable.

Y como si fuera un gran karaoke, el medley de la era Rebelde hizo de las suyas con Tenerte y quererte, Me voy, Dame, Y no puedo olvidarte y Para olvidarte de mí, en las que algunas de las pulseras que el público recibió a la entrada encendieron en diferentes colores.

Los sombreros vaqueros en rosa, las minifaldas con botas altas, los sacos rojos y las corbatas transformaron el Azteca en una extensión de la Elite Way School, donde rolas como Enséñame y Qué hay detrás pusieron a bailar al público.

“Hoy es el último concierto del Soy Rebelde Tour, en nuestro país, donde todo empezó”, dijo Dulce.

Y en la recta final, antes de cantar el éxito Sálvame, invitaron a subir al escenario a Pedro Damián, productor de la telenovela, quien se dijo orgulloso de ellos de cómo han crecido. Así llegaron Nuestro amor y Rebelde.