Al arrancar su actuación en el festival Coachella con “La Casita”, canción escrita desde la perspectiva de un hombre lejos de su tierra, hogar y su familia, la Banda MS encendió tanto el orgullo latino desde Indio, California, que se supo prácticamente en su hogar.
La agrupación de Mazatlán estaba anunciada para la edición del festival de 2020, pero por la pandemia tuvo que esperar dos años para vivir su hermosa experiencia coreada por el público en Estados Unidos.
Éxitos como “Por Mí No Te Detengas”, “Ojos Cerrados” y “Háblame de Ti” continuaron su presentación.
Desde que salieron al escenario con sus trajes grises, el público los acompañó, y en clásicos como “El Color de Tus Ojos”, resonó el canto de la gente.
“¡Que se escuche grito latino, raza!”, animó Alan Ramírez, uno de los vocalistas.
Todo su show, de unos 50 minutos, fue en español, incluidos los saludos que enviaron a sus compatriotas mexicanos, a los latinos y hasta a los hermanos Eduin y Johnny Caz, vocalistas de Grupo Firme, quienes cantaron el viernes, pero cuyo acto fue transmitido apenas ayer por el canal del festival.
Mientras buena parte del público coreaba y grababa videos, otros se animaron a bailar, pues a la MS le sobraba ritmo gracias a canciones como “El Mechón”, su primer éxito.
La agrupación de Sergio Lizárraga interpretó parte de un hit representativo de Snoop Dogg, “The Next Episode”, para luego entonar el tema donde colaboraron con el rapero, “Qué Maldición”.
Pero contrario a la expectativa, este no los acompañó en el escenario como sí hizo con Anitta en el mismo festival el viernes, y una botarga de perro vestido y peinado como Snoop Dog fue quien lo sustituyó.
“Gracias por acompañarnos en estos momentos pequeños, pero muy significativos para nosotros, de los importantes”, dijo el también vocalista Oswaldo Silvas, para despedirse del escenario.
El público de Coachella pudo gozar ayer de los corridos tumbados del también mexicano Natanael Cano, el pop urbano de Karol G y, al cierre de la jornada, Swedish House Mafia con The Weeknd.