A ver, a ver.
Quiero hacer y la haré, una pregunta a tono con el escenario político de Tamaulipas y de buena parte del país.

¿Cuál es el objetivo de una campaña electoral?

Ya escucho a los románticos –que los hay– responder:

El propósito es convencer a los votantes de que tal o cual candidato es el ideal; que tienen estos y aquellos las mejores cualidades personales y públicas, de que un nombre y sus apellidos son garantía de mayores beneficios económicos y de que con ese hombre o mujer, aspirante al puesto que sea, al día siguiente de tomar posesión si es que obtiene el triunfo, el mundo será más transparente y más seguro.

¡Cuánta nobleza!

Pero hay que pararse en la realidad. Y la verdad es que el objetivo de todos es sólo uno: Ganar. Y el precio no importa.

Toda esa cauda de méritos personales y profesionales, todas esas supuestas intenciones de servir, todas esas bondades, son sólo una vestimenta; detrás de esos factores está una lucha cruenta y sin piedad por los votos, mediante un arma que todos conocemos pero no queremos ver a tiempo y sólo lamentamos cuando el daño está hecho: El engaño.

Viene al caso todo este barullo de escarceos mentales, por el escándalo que los partidos y sus abanderados han vuelto a armar, desgarrándose las vestiduras y mesándose las cabelleras –quienes gozan de ellas– en un concurso de pataletas, lloriqueos, denuncias e intercambios de lodo, derivados de acusaciones entre sí de traiciones, mentiras, maniobras legaloides, complicidades y una amplia galería de trastupijes.

Por el amor de Dios, ¿Qué no es todo eso lo que define a la política?… ¿De qué diablos se espantan?… ¿De qué demonios protestan?

Ya basta de fingir honestidades trasnochadas y de saludar con sombreros de una moralidad imaginaria. El candidato que no tenga alma de pirata o de verdugo, que no sepa nadar en tres aguas o por lo menos pueda convivir con esos lastres, que busque otra forma de vivir.

En otras palabras, como acostumbraba decir la infumable Elba Esther Gordillo, quien le tenga miedo a los fantasmas que no salga de noche, porque prácticamente ninguno de ellos o ellas puede tirar una piedra sin recibir a cambio, con toda justicia, un enorme peñasco.

Insisto, ya basta de venderse como víctimas cuando en incontables ocasiones han sido victimarios. Siempre ha sido el engaño y la traición herramientas de los políticos y en mayor medida suelen aplicarse en los procesos electorales.

Va de nuevo: ¡Ya basta por favor!

Sean congruentes, candidatos y candidatas. Si los ciudadanos ya no nos espantamos por todo esto, ¿por qué demontres ustedes sueltan el llanto?

Y ya no le sigo, porque como dice Catón: Ya me estoy encaboronando…

BENEFICIOS Y SUGERENCIAS

Todo beneficio urbano conlleva en una comunidad una responsabilidad tanto de la autoridad como de la sociedad.

En el caso de Ciudad Victoria, es innegable la mejoria de la vialidad gracias a las obras de rehabilitación de pavimentos que lleva a cabo el Ayuntamiento capitalino, que en sólo tres meses ha cubierto más superficie –más de 38 mil metros cuadrados recubiertos– y apoyado a más colonias que los dos años de administración del nada añorado Xicoténcatl González Uresti.

Como ciudadano lo agradezco y como tal también, tengo una sugerencia.

La falta de cultura vial de gran parte de los conductores ha propiciado que éstos hayan tomado las arterias reparadas como pistas de carreras, con un grave riesgo para quienes sí manejan con apego al reglamento de Tránsito y para los peatones, especialmente adultos mayores y niños.

Sugiero, sólo sugieron, que Desarrollo Urbano o el mismo departamento de Tránsito analice las calles y cruceros de mayor flujo vehicular y aunque sean una molestia, levante los indeseables pero necesarios topes en esos puntos.

Sólo como ejemplo, la etapa de la calle Felipe Berriozábal de la calle 31 al Libramiento es ahora escenario de velocidades de hasta 80 o 90 kilómetros por hora, ante la tersura del pavimento y la falta de vigilancia. No ha ocurrido una tragedia hasta ahora, pero el riesgo es altísimo.

Unos topes precisamente en el crucero con la calle 31 no sólo son necesarios, serían la salvación inclusive de vidas humanas…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

TEXTUAL SI ES NECESARIO:

“Ya basta de fingir honestidades trasnochadas y de saludar con sombreros de una moralidad imaginaria. El candidato que no tenga alma de pirata o de verdugo, que no sepa nadar en tres aguas o por lo menos pueda convivir con esos lastres, que busque otra forma de vivir”