Todos podemos tener buenas ideas, pero muy poco las ponemos en práctica y más, cuando se trata de ideas que buscan coadyuvar para resolver problemas comunes; todos podemos poner pretextos para no solidarizarnos con otras personas en la búsqueda de solución a sus problemas; pero no podría esperarse más, cuando resulta cierta la sentencia de que nadie puede dar lo que no tiene, y en este caso en particular, se trata de buena voluntad para ayudar al prójimo.
Muchos piensan que tienen una inteligencia sobresaliente porque son demasiado hábiles para eludir las responsabilidades que involucran una participación activa en problemas comunes, nadie quiere salir de lo que considera su estado de confort pleno: Si no me dan, no me quiten.
Me pregunto, cuáles serán los verdaderos sacrificios, si en nuestra escala de valores personales pensamos que nos sacrificamos, incluso para vivir, cuando deberíamos agradecer el hecho de estar vivos, y eso nos dará las oportunidades de poder llegar hasta donde deseamos, pero llegar a donde seríamos los únicos que podríamos disfrutar de los logros personales obtenidos, nos condenaría a ser desdichados de por vida, he ahí el origen de la actitud negativa, pensar que podemos lograrlo todo, sin ayuda de los demás, pensar que se puede ser feliz, aunque los demás no lo sean.
¿Y por qué no darse una oportunidad para decirle sí al verdadero propósito de estar vivo? Por qué seguir engañándose con el cuento de que a usted le ha costado mucho llegar hasta donde está, de ahí su negativa para poder ayudar a los demás.
Y aquel venturoso día, para dos desconocidos que llegaron juntos al expendio de pollo, mientras yo pedí 4 piernas con muslo, aquel hombre de evidente estado de pobreza, pidió le vendieran 6 patas de pollo, la verdad, aunque yo he comido patas de pollo en el arroz (receta de la abuela Isabel), me pregunté, que tanto podrían nutrirle esas piezas a aquel hombre, de ahí que sin pensarlo más, le pedí al encargado del expendio, le pusiera el mismo pedido que yo llevaría, y sí, no debería de contarlo, pero todos podemos en un momento dado, mostrar generosidad por los más desvalidos.
Entonces, por qué no se da una oportunidad para mostrar su lado bueno, le aseguro que ayudando a otro, podrá ayudarse a sí mismo.
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