Los resultados de la elección federal del 1 de julio de 2018 dieron a Morena el triunfo en la presidencia y mayoría en ambas cámaras legislativas, lo que dejó redujo fuerza a los partidos de oposición y sin contra pesos estructurados como antes. El contrapeso más importante para el gobierno son los partidos políticos.
En 2015, PRI, PAN y PRD eran los partidos representaban 75% en el Senado, hoy son 34%. En San Lázaro pasaron de ocupar 64% de los curules a 48%.
El presidente López requiere una estructura opositora pues concentrar el poder sobre un eje lo deja en situación de “blanco”, pues basta esperar sus decisiones y los errores son de él.
Al estar al frente, da la sensación de que las decisiones las toma la persona, no las instituciones del estado. En este contexto, los líderes del PAN, PRD y PRI, señalan que deben apuntar a las equivocaciones del Gobierno, presentando alternativas a la ciudadanía e iniciar un proceso de reestructuración de los partidos.
El PAN es la primera fuerza de oposición al gobierno federal en el congreso como en el ámbito local, afirma Marko Cortés Mendoza, líder nacional del blanquiazul, quien tuvo la ocurrencia de alabar en la propia Ciudad Victoria a su gobierno municipal antes del reciente proceso electoral, derivado del bienestar social entregado por el alcalde Xicoténcatl González.
Cuenta con 19% del Senado de la República y 15% en San Lázaro, e insiste en que es el frente que puede detener a Morena. Califica de robo la gubernatura de Puebla (10 puntos de diferencia con MORENA) y aprovecha y advierte que la gente valore el desempeño de nuestros gobiernos. En Baja California, por 30 años bastión del PAN, Morena ganó con un margen de 27 puntos. Al respecto el PAN considera que gobernar desgasta y la gente pensó en una alternativa. Hubo aciertos en Aguascalientes, Tamaulipas y Durango, donde obtuvieron mayoría.
Con el gobierno en 9 de 32 estados, el PAN apostó por Diego Fernández de Cevallos como un líder moral para enfrentar al presidente López Obrador, a pesar de que hace 12 años está fuera del servicio público terminó.
El PRD considera necesario abrirse a buenos candidatos aunque no sean de las corrientes, necesitamos que la gente confíe en nosotros y tendremos buenos resultados con esa estrategia. Tienen dos años para unificar esfuerzos por territorios y ver a los mejores candidatos, cambio de política a 30 años de la fundación del instituto político, el cual se forjó para representar y a la izquierda. El PRD desea demostrar su preocupación por el medio ambiente y el peligro que representan los mega proyectos, el Tren Maya y la Refinería en Dos Bocas. Abrirse a candidatos y golpear los proyectos del presidente López, representan novedad política. A pesar de que está consciente del desgaste que ha sufrido el PRD por los señalamientos de corrupción, le interesa mantener congruencia política, para que “la gente vea que hacemos lo que decimos”.
El PRI es la tercera fuerza legislativa, con 11% de los curules en el Senado y 9% en la cámara baja. Asumirá una oposición seria y responsable a favor del país y no contra el gobierno, ideario político que significa tan poco como su presencia en ambas Cámaras. Como persona de 90 años, al PRI no le llegó un envejecimiento saludable. Sufre turbulencias internas por asumir el control y rechazo social. Es un partido enfermo, decrépito.
Cabalgando solo
Los resultados de la elección federal del 1 de julio de 2018 dieron a Morena el triunfo en la presidencia…