No hay respeto…De diciembre a la fecha, la Guardia Estatal ha sufrido 60 ataques armados, más el de este jueves, de los que habían resultado 96 elementos policiacos agredidos y 3 bajas (muertes),  y 4 elementos hospitalizados. A estas cifras tenemos que añadir los 5 elementos que sufrieron ataques este día, que aún no sabemos si quedarían hospitalizados o no, y además la muerte de un ministerial (suman 4 en total), estos datos provienen de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.

En el inicio del presente mes de mayo, el Gobierno de Tamaulipas anunció que la Federación estaría enviando a 710 efectivos de diferentes corporaciones entre ellas el Ejército. Uno no puede dejar de preguntarse, si realmente llegaron esos refuerzos, o no están dando los resultados esperados.

Quizá los mandaron con la instrucción de resolver con abrazos y no balazos, con las consecuencias arriba descritas.

El centro de los ataques armados ha sido la Guardia Estatal, con 48 de los 60 eventos referidos, mismos que han tenido lugar en los últimos 5 meses y medio, según declaraciones del Secretario de Seguridad Pública de Tamaulipas.

En entrevista el general en retiro, Sergio Chávez García, secretario de Seguridad Pública de Tamaulipas, declaró que intensificarán las medidas de seguridad y los equipos de protección para evitar más bajas de efectivos. Lamentó las pérdidas humanas sufridas por la corporación, de las que dijo “no se pueden predecir”.

El Secretario de Seguridad ha dejado sentir que esta “guerra” es contra las corporaciones policiacas, por eso informó que intensificarán las medidas de protección para evitar más pérdidas humanas en ese sector.

Con estas declaraciones, ¿qué quiso decir a los ciudadanos comunes y corrientes? ¿Que no se preocupen?  Porque el enfrentamiento es con ellos (las corporaciones). Y nos preguntamos: Si estos elementos profesionales y armados no están logrando protegerse a sí mismos ¿qué puede esperar el resto de la población en medio de este clima?

De esta manera podemos entender, por qué el Presidente Andrés Manuel López Obrador en su última visita realizó una supervisión aérea y no por tierra, cuando siempre ha manifestado marcada preferencia por desplazarse por carretera. Es obvio que no existían las condiciones de seguridad para el mandatario. Además se hizo acompañar por los secretarios de Marina y de la Defensa Nacional, y no tuvo ningún  contacto con los alcaldes fronterizos de las principales ciudades, todos de Morena.

El Presidente de la República no vino a hacer política, sino a “medir el terreno” con los principales encargados federales de reforzar la seguridad en Tamaulipas.