Fiel a su decadente estilo jurásico, la dirigencia estatal del PRI en Tamaulipas se aferra a la aberrante práctica de la llamada “política del avestruz”.

Sí, esa absurda costumbre que también permea en los gobiernos, de negar lo evidente y fingir que nada pasa por el simple hecho de ocultar la cabeza o desviar la vista para no enterarse de los problemas.

Cito una declaración de Ernesto Guajardo Maldonado, el dirigente tricolor “de chiripa”, como le hubiera bautizado el fallecido periodista Víctor Calzado padre:

“Decían que el PRI estaba muerto y sigue vivo en todas sus estructuras”, dijo el “geñista” por nacimiento y “egidista” por conveniencia, en una entrevista concedida durante los registros de los precandidatos a diputados federales y senadores.

Ahí la tiene: Auténtica y químicamente pura, política del avestruz.

Guajardo, que con esas palabras también se convierte en la confirmación del augurio de José López Portillo en los setentas, de que México se estaba convirtiendo en un país de cínicos, no parece tener remedio en lo que a claridad mental se refiere en sus apreciaciones.

Dos aspectos me permito aventurar como modestas opiniones en ese terreno. Con su permiso, va el primero:

Jamás en la historia del priísmo tamaulipeco se han vivido registros electorales  tan desangelados, tristes, deprimentes y abandonados por sus “santones”, como los realizados el fin de semana pasado. Cualquier ex dirigente del Revolucionario Institucional en Tamaulipas antes de Sergio, hubiera soltado el llanto frente a tan sombría escenografía.

Y él…¡se congratula!

Expongo el segundo aspecto:

Si esa clase de ánimo es la que para Guajardo es muestra de unidad, fortaleza, lealtad y disciplina, me parece que en su afirmación de que el PRI no está muerto tiene razón. Pero sólo en parte. A medias.

En mi parecer, el priísmo tamaulipeco, con estos directivos locales y con ese marasmo nacional, experimenta una etapa que podría ser con largueza un capítulo político de la serie de televisión “Walking Dead”, en donde los protagonistas se mueven por inercia para hacer daño, pero ni hablan, ni entienden, ni saben a dónde diablos van.

Zombies, les llaman en las viejas películas del inolvidable Santo.

Bueno, conforme a lo anterior Don Sergio parece, con esa actitud ausente y desfasada de la realidad, haber inventado en estas parcelas una nueva modalidad de político: El “Avestruz Zombie”.

Uy, que miedo…

 

AHORROS

Este es un ahorro en dos vías.

La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Victoria lleva a cabo un programa para instalar nuevos medidores domiciliarios, lo cual parecería una acción de rutina en esos menesteres. Sin embargo, encierra aspectos importantes en el sentido del ahorro mencionado. Le expongo uno.

Al funcionar esos registros modernos y de alta precisión, pueden detectar de inmediato cualquier fuga del líquido que si se prolongara dejaría dos efectos devastadores. Uno en los bolsillos de los consumidores, tan castigados ya por el desempleo y los aumentos generalizados de precios; y el otro en la pérdida lamentable del líquido, que tanto se necesita en sectores donde no llega todavía la red de distribución.

Como se puede ver, hasta lo que parece común también encierra beneficios extraordinarios. Bien por esas acciones…

 

LA FRASE DEL DÍA

“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados…”

Groucho Marx

 

Twitter: @LABERINTOS HOY