No quiero pensar que mi orgullo es aún más grande que el tuyo, y sí, hoy la estoy pasando muy mal, por no saber expresar el dolor del que tanto he querido escapar, perdóname por quererte endilgar el rencor de un enemigo del que yo también huyo. Mira que haberme presentado ante ti como un ser casi perfecto, ha complicado que hubieras conocido en mi humildad y sencillez, ahora, estoy arrepentido y quiero empezar otra vez, para que puedas conocerme y amarme con mayor sensatez.

AMAR CON HUMILDAD
De la sencillez a lo complicado, no encontrarás lo deseado, sencillo era decir la verdad, porque nada se temía al hablar reinaba por siempre la armonía, el amor era nuestro legado, y si demostrarlo se requería, hasta el alma se dejaba abrazar, era evidente con ello, que el Señor estaba siempre a mi lado.

Hoy, no sé lo que está pasando, de nada podemos charlar, si me ves algo aprensivo, lo que más necesito es ser amado, ámame ya sin reclamos y si reproches, dejemos ya de pelear, perdonemos nuestros errores, estoy por eso triste y cansado.

Por qué estamos enojados, si no hay mal que podemos desear, por qué ser tan desdichados, cristalicemos ya el sueño dorado, ven a mis brazos, cerremos los ojos y empecémonos a besar, te aseguro, que al sentirnos tan cerca todo quedará olvidado.

Yo sé que no somos perfectos, sé también, que podemos amar, queden atrás los defectos, abandonemos lo que no ha resultado, y empecemos de nuevo, con aquel trato sencillo, para confirmar que hemos nacido, para vivir con fe nuestro amor bienaventurado.

Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com