En todas las épocas se tienen cosas buenas y cosas malas, han sido estas últimas hoy causa de tristeza y de penas; no es que quiera presumir del ayer y mis andanzas, pero en mi tiempo, la educación privilegiaba los valores que daban seguridad y esperanza, para formar personas en la sociedad, dignas de todas las confianzas.

AÑORANZAS
Ayer, cuando todo era más simple y sincero,
se hablaba con el corazón, mirando a los ojos,
nada había que esconder al decir un te quiero,
la esperanza se veía en la cara y sus sonrojos.

Después venían las risas invitando al alfarero
diera forma al amor, sin mentiras, sin enojos,
alejando las envidias y las intrigas del agorero,
que de los débiles quería recoger sus despojos.

Ayer se forjaron amores, fuertes como el acero,
y los amantes verdaderos rompían los cerrojos,
que le cerraban el al paso al villano aventurero,
que engañaba a la doncella saciando sus antojos.

Valores que distinguían al hombre como caballero.
pocos se ven hoy, pues el honor está en focos rojos,
honestidad y confianza, ahora no es algo duradero,
se privilegia a la torpeza que evidencia a los flojos.

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