No culpes al tiempo de los malos hábitos que te hacen sentir viejo, acepta que en tu actuar, has sido más que negligente, acaso no ves que mucha gente sale a caminar, aunque tenga cien años concedidos; eso de quedarte dormido en lugar de tu cuerpo ejercitar, es lo que te tiene confundido pensando que tienes un mal.

LIBERACIÓN
Poco a poco llegó, y la verdad, no hubo gran sorpresa,
sabía que tenía que pasar, y tenía plena consciencia,
y a pesar de ello me negaba, por ser duro de cabeza,
pues era tal mi fortaleza, que lo acepté con paciencia.

Qué fuerza es ésta, que me frena y limita mi destreza,
que me hace dudar de mi destino y mi cabal presencia,
de éste mi sentir, no tenía motivo referente, ni certeza,
pensé era culpa del camino y del andar con resistencia.

Un día me hablé a mí mismo, y reconocí con franqueza,
que mi pesado andar, no era de mi total complacencia,
sino por el afán de estar atado a una silla por la fuerza
y se me había olvidado caminar, por tan nociva ausencia.

Hoy estoy decidido a caminar con humildad y nobleza,
el tiempo no es mi enemigo, es la odiada indiferencia
al ver mi vida pasar, por tener la voluntad en la pobreza,
hoy sanaré, del ocio rescataré mi total independencia.

Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com