No debemos olvidar la fragilidad del ser, y que por más amor que te den o puedas dar, algunas veces, en algo tendrás que fallar, lo que seguramente causará desilusión, sobre todo cuando sólo busca la santa perfección; sin tolerancia y comprensión, la pureza del amor te puede llevar a la tristeza; en la humildad del corazón se encuentra la nobleza para alcanzar el perdón.
LA GRANDEZA DEL AMOR
Por más que trato, no puedo dejar de sentirme triste, lo más extraño es que no creo tener motivo para ello, mas, si lo hubiera, lo negaría, porque razón no existe, diría entonces que es el miedo, que como un destello, busca salirse con la suya, al vencer al que no lo resiste.
Me esmero en conciliar la armonía y la paz, en aquello que dé a mi vida la muy ansiada felicidad que conociste, para despertar feliz de la pesadilla que causa mi desvelo, por causa de mi egoísmo, cuando la verdad te asiste, el amor no ha muerto, dejemos para siempre el duelo.
Con tu humildad y amor fácilmente a mi orgullo venciste y por más que trato de estar a tu altura no paso del suelo, no podré compensarte por todo lo bueno que por mi hiciste, por eso acepto sin discusión todos tus reproches y recelos arrepentido espero el perdón, por todo lo que me quisiste.
Busco amarte con la esperanza de llenar todos tus anhelos, no dudes de la sinceridad de mis palabras, ya me oíste, quiero alejar de mí las causas de mis pobres desconsuelos, para sanar al fin y disfrutar del amor que un día me ofreciste, para que estés en mí y yo en ti, como cuando éramos mozuelos.
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