Y vio que era bueno.
Si te amara pensando cómo Dios quiere que te ame,
¿acaso sería para mí, amarte como una buena hermana?
amarte quiero, sí, cuando el corazón por ti se inflame
como la dulce miel, que de gozo del alma se derrama,
al saberse amada, cuando el Señor y el cielo la reclame.

Amarte siempre como el primer momento que se ama,
con la mirada, con la voz cercana, con el beso que desarme
la idea de tocarte con pasión y darte la caricia pura y sana,
que no ofenda al corazón, por volver de ti a enamorarme
y sentir de nuevo en mi vida, el amor de tu alma tan cercana.

Y Dios vio que era bueno y nos ama, sin tener que reprocharme,
el amarte así como te amo, no requiere reclamo y ni proclama,
porque nuestro amor bendito ha sido y no hay nadie que reclame,
el que te amé así, como el santo divino redentor bendice y aclama,
para que trascienda a la eternidad, y su santo espíritu nos acompañe.

Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com