Ámame Intensamente

El que no sabe amar, sólo sabe querer,

y cuando se cansa de querer, suele olvidar,

y el que olvida, por más que quiere saber

cómo es el amor, no logra experimentar

la necesidad de tener que saciar la sed,

esa, que sólo puede quitar el Agua Viva,

la que brota del manantial del corazón,

y que suele andar por la vida,

buscando que el amor haga florecer,

el más hermoso jardín, que se cultiva

en el desierto del que sufre el desconcierto,

que termina por vencer, a quienes

han perdido la fe en la divinidad celestial,

que un buen día, nos envió a su Unigénito,

 a revelarnos la verdad, de que el amor

es el bálsamo que sana nuestras heridas.

El que no sabe amar, no conoce a su Creador,

y vaga por la vida en busca de la razón

que lo mantiene con vida, sin saber que en su interior

vive y palpita el mismo corazón, quien mueve

su cuerpo material, nutriéndose de la energía,

de la Palabra Viva que lo consciente y lo guía,

para que vea en su semejante a un hermano,

y en su hermano a un amigo,

y amarlo como se ama a sí mismo.

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