Amarte a ti, es tener que abandonar cualquier deseo al que pueda aspirar para ser feliz, porque no me sirve de consuelo, el saber que me has amado muy a tu manera y nada más; y de sentirme siempre en el cielo, ahora tengo que vivir con los pies en el suelo porque no puedo volar más, ni despierto, ni en el sueño.
Amarte a ti, es como hacer un voto de silencio, pues en mi desesperación y mi desvelo, mi angustia convertida en celo, me hace proferir sólo palabras de tristeza y desconsuelo.
Amarte a ti, es vivir de los recuerdos, soñar con tus ojos y esa mirada que primero me quitó el sueño y ahora quiere arrebatarme la vida, y todo por amarte cada vez más, de una manera egoísta al quererte sólo para mí.
Amarte a ti, fue como encontrar la luz en un camino desolado, que con los ojos vendados recorrí cuando me sentía desconsolado, pensando que mi destino era desistir del amor que tanto había soñado para ser feliz.
Amarte a ti, es todo un reto para mí, porque ahora eres el motivo para sentirme vivo y cuando no estás conmigo, me siento tan perdido para poder seguir viviendo, por eso, vivo y alimento mi egoísmo, porque es el alimento que me hace persistir en este amor tan negativo, que en ocasiones, te hace sufrir.
He aceptado con resignación la cruel condena que yo mismo me impuse por amarte a ti, mas, amarte quisiera como Dios quiere que te ame, sin pedirte nada a cambio, ni siquiera, el que puedas amarme como yo quisiera. ¿Podrías por eso perdonarme y aceptarme como soy? pues no quiero condenarme si muriera mi amor por ti.

Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com