Vida, verdad y certidumbre

¿Quién oscurece mi intelecto para que reine el desconcierto?

¿Quién me quiere dormido cuando debería de estar despierto?

¿Quién busca desesperado saciar la sed en el oasis del desierto,

y mantener inspirado y vivo el amor de este corazón sediento?

¿Quién está ausente y próximo al olvido, de este poemario abierto?

¿Quién nubla mis días para abonar tristezas a mi destino incierto?

¿Quién distorsiona la hermosa melodía enamorada de mi concierto,

que le da vida a mi vida y luz para fertilizar con palabras a mi huerto?

¿Quién promueve el desgano y el pensamiento en confuso desconcierto?

¿Acaso el tiempo, con la edad en mano, mantiene el ánimo cubierto?

¿Quién dijo que mi obra sería inmortal y resucitaría después de muerto?

¿Quién sin inspiración entendería el origen de este inquietante desacierto?

¿Quién, si no yo que me conozco, podría decir si fue un error o un acierto,

el no dejar descansar a mi mente, por tratar de convertirme en un experto?

¿Quién dijo que la anhelada perfección, está en la sencillez de lo que diserto?

Sí, me lo dijo mi Maestro, no habré de dudar, pues el Señor está en lo cierto.

Correo electrónico:

enfoque_sbc@hotmail.com