Los tiempos han cambiado para los políticos de esta entidad, donde el partido tradicional gobernó por más de siete décadas y ante la llegada de una administración contraria, la mayoría de entes públicos descentralizados pero fiscalizados por el Estado y los tres poderes de este, están expectantes respecto al futuro de sus presidentes o mandos.

Uno de tantos organismos en estas circunstancias es precisamente la Comisión Estatal de Derechos Humanos, donde si bien no es ni ha sido en su historia de servicio a los ciudadanos, un organismo perfecto, porque es un organismo integrado por personas, en sus tareas ha mostrado la capacidad y la conciencia de sus visitadores para velar por los derechos humanos de los ciudadanos tamaulipecos, aún con las limitantes

propias para el desempeño de sus tareas, el resultado final está dentro de los parámetros de una calificación decorosa.

No obstante, la llegada de nuevos funcionarios que en los meses anteriores se incorporaron a este organismo ha sembrado incertidumbre, respecto al futuro inmediato de algunos empleados.

Asimismo se prevé que para el mes de agosto de este año, entre en funciones la nueva contralora o contralor de la CEDH, lo que implica la incorporación de nuevo personal que forzosamente provocará la salida de empleados de puestos relevantes en el desempeño de la defensoría.

También en los próximos meses, es decir hacia los primeros meses del 2018 se advierte la salida del presidente de la defensoría José Martín García Martínez lo mismo que su secretario técnico José Ramiro Roel Paulín.

Para el mes de enero del 2018 está proyectado el informe anual de actividades a cargo del presidente del organismo. Y como su futuro dependen de que los legisladores los confirmen en el cargo, lo más probable es que le den las gracias, al igual que a decenas de colaboradores que llegaron con él, cuando inició su proyecto en ese organismo.

El temor de los titulares de ese organismo con son los mandos principales se incrementa, a luz de la reflexión de que en el poder no están los priístas, con los que nació el organismo y que por lo mismo no advertían dificultades para continuar en el cargo en una administración nueva y diferente como es Acción Nacional. Y sí a esta circunstancia se le suman simpatías de colores, definitivamente que el futuro de quienes mantiene la hegemonía del organismo, es incierto.

Por lo pronto para el mes de agosto se espera que entre en funciones la nueva contraloría interna de la defensoría.

Los derechos humanos y los organismos vinculados a esta actividad, cobran relevancia a partir de los pronunciamientos internacionales del bloque de países europeos, donde los derechos humanos ocupan un sitio privilegiado dentro de la vida de los civiles.

Debido a esta relevancia de los derechos humanos, sus promotores, sobre todo luchadores sociales que han abanderado esfuerzos ciudadanos, fueron alertados lo mismo que a los comunicadores, de que el aparato gubernamental federal le ha intervino sus conversaciones.

Lo cierto es que en la mayoría de los países desarrollados, los derechos humanos son la columna vertebral de sus cartas magnas y las leyes emanadas de estas. Por ello que las defensorías tengan un lugar predominante en sus códigos de convivencia.

Que inciden en la vida social de cada pueblo o nación donde no solo se observan y sancionan acciones nocivas de las autoridades, sino que también se implica a la sociedad y sus organismos privados.