La historia sobre los latinos en EE. UU., se inventó para satanizar mexicanos y puertorriqueños, aun cuando dos tercios nacieron en ese país y provienen de más de 20 países. Estamos en grandes ciudades y pueblos pequeños, pero ausentes en los medios y la cultura, lo cual nos vuelve vulnerables. Para neutralizar estas falacias, debemos mostrar nuestro poder como comunidad.
Hay nexo entre retórica política racista e imágenes negativas latina como criminales e invasores que los estadounidenses ven en sus pantallas. Hollywood hizo su trabajo con la exclusión sistémica de las comunidades latinas. La industria cultural y mediática, anunciantes, filántropos e inversionistas que financian sus acciones, debe rendir cuentas. Los latinos compran más entradas al cine per cápita que cualquier otro grupo, pero en las 1,200 películas más taquilleras entre 2007-18, los latinos son 3% del elenco protagonista o secundario (somos 19% de la población)
Un informe de Opportunity Agenda reveló que 25% de los personajes de televisión de inmigrantes latinos fueron presentados como personas con empleo, 88% fueron como presos o criminales. Las protestas por activistas chicanos cuando Disney intentó registrar la frase “Day of the Dead” (Día de muertos) fueron fundamentales para que Coco se convirtiera en éxito. Los latinos deben aprender de Color of Change, organización que investigó cómo los programas de televisión policiales tergiversan la imagen de la comunidad negra e hizo campaña para eliminarlos, lo que dio como resultado la cancelación de Cops.
A medo siglo XIX, cuando turbas de personas blancas linchaban mexicanos, medios en español cubrían esos asesinatos, lo que detonó protestas públicas y generó un cambio. Periodistas latinos; Rubén Salazar (asesinado por un ayudante del alguacil de Los Ángeles durante la Moratoria Chicana hace 50 años), Juan González, Roberto Lovato, Sonia Nazario, María Hinojosa y Tanzina Vega han desempeñado papeles heroicos. Significa que no definimos la agenda nacional, por lo que muchas agresiones a nuestra comunidad, desde maltrato policial hasta robo de salarios, no salen a la luz.
13% de la redacción de Los Angeles Times es latina, ciudad con 50% de población latina. Como resultado de la acción del sindicato del periódico y su junta latina, se comprometió a lograr que 25% su personal sea latino en los próximos 5 años. Los latinos están fuera de publicaciones prestigiosas que confieren autoridad, galardones y contratos editoriales. Nueva York tiene 30% de habitantes latinos, 2.5 millones de personas, pero en su página de colaboradores, The New Yorker no registra un latino. Los filántropos e inversionistas que buscan construir el poder latino deben entender que la información es infraestructura comunitaria esencial. Deben invertir en periodismo latino independiente: Futuro Media Group, L.A. Taco, Revista Étnica, Conecta Arizona, 80grados, Radio Ambulante y Latino Rebels en vez de estar financiando organizaciones diversificadas, nunca diversas.
Se debe apoyar al periodismo en español: el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico desempeñó papel crucial para derrocar al gobernador Ricardo Roselló; imagine un equipo experto de investigadores latinos diseccionando Washington. La crítica cultural, periodismo fiscalizador y la oportunidad de contar nuestra historia son fundamentales para construir identidad colectiva y enfrentar injusticias.
En América Latina, el discurso racial es mezcla de raíces indígenas, africanas y europeas, quienes salen favorecidos son los que parecen europeos y tienen clara. El hecho de que latinos, en particular blancos y de piel clara, se resistan a conversar sobre cómo funciona el privilegio blanco en nuestras comunidades, significa que están silenciando a latinos indígenas y negros. Esa supresión interna refuerza la externa.
Debemos desmantelar la supremacía blanca en inglés y en español, y asegurarnos de que los latinos indígenas y negros aparezcan en pantalla, estén detrás de las cámaras y dirijan programas de televisión y salas de redacción.
Para reestructurar el poder cultural, los latinos deben presionar desde desafiar a los anunciantes, táctica que Presente.org y otros usaron para lograr sacar al anti latino Lou Dobbs de CNN. El activismo de accionistas es opción: tener al menos 2,000 dólares en acciones de una empresa pública, permite presentar una propuesta que exprese preocupaciones sobre las prácticas para que sus inversionistas voten a favor o en contra. Significa invertir en compañías de medios y entretenimiento para combatir prácticas problemáticas o asociarse con redes de inversores como el Centro Interreligioso de Responsabilidad Corporativa para moldear prioridades en torno a la justicia racial.
Los latinos luchan contra la supremacía blanca desde que California era de México. Somos el segundo grupo étnico más grande de este país. Muchos estábamos aquí antes que los ancestros de muchas personas que se hacen llamar estadounidenses. Otros vinieron como víctimas de experimentos coloniales, operaciones encubiertas y acuerdos comerciales estadounidenses. Sin importar cómo o cuándo llegamos, este país debe agradecer a la comunidad latina. En esta pandemia, los trabajadores del campo, 80% de los cuales son latinos, ponen comida en las mesas. Una gran cantidad de trabajadores latinos de otros sectores apuntalan al país pagando un alto precio personal.
EE. UU., debe aceptar que los latinos son esenciales para su supervivencia y esplendor y lo han sido. Los latinos también necesitamos saberlo.