¿Cuándo son mejores las vacaciones?
La respuesta es sencilla: Cuando las planeamos.
Juzgue usted si no es así: En esos momentos son perfectas: El dinero alcanza para todo, nos respetan las reservaciones, el vuelo sale a tiempo o las carreteras son ideales, nadie se enferma y las comidas son excelentes entre otras cosas. Son un sueño.
Sí, un sueño que pocas veces es la realidad. En los hechos, siempre falta dinero; el hotel le dio nuestra habitación a otra persona, se ponchó una llanta o falló el auto, comemos lo que se pueda y no falta alguien que sufra diarrea, se descalabre, se lastime una rodilla o pierda algo.
¿Verdad que tengo razón?
Bueno, lo mismo sucede con los proyectos, en especial en los gobiernos y en el ramo de obras públicas. En el plan el recurso está prácticamente asegurado, sobra quienes quieran invertir en una concesión, los permisos están en la bolsa y las economías municipal, estatal o federal están en bonanza.
Por desgracia no es así.O casi nunca es así.
Viene al caso lo anterior por el anuncio del Secretario de Obras Públicas, Pedro Cepeda, sobre una mega autopista de cuatro carriles que será, según sus palabras, una maravilla para unir a gran parte del Estado y a éste con el vecino Nuevo León. Su costo es mayúsculo –alrededor de 20 mil millones de pesos– pero no importa según el funcionario, porque ya rondan los capitales privados interesados en abrir sus cajas fuertes para ese objetivo.
¿Dónde he escuchado esa historia?
Está un poco lejos el antecedente: En el gobierno de Manuel Cavazos Lerma.
Cuando se reventó el plan del Canal Intracostero, Cavazos lo reemplazó con la red carretera y lo primero que imaginó fue a una corte de inversionistas que pelearían las concesiones en las vías de cuota. El desplome financiero del país al principio del mandato del presidente Ernesto Zedillo dio al traste con ese panorama y las super autopistas quedaron en el olvido.
En esos días el matamorense hizo lo que estuvo a su alcance: Echó toda la carne al asador y con recursos del Estado creó nuevas vías como Rumbo Nuevo, reparó un gran número de caminos y amplió las carreteras a Monterrey a la frontera. Fue una hazaña por la cual se le reconoce su trabajo, pero siempre quedó la marca del fracaso en cuanto a las super autopistas hasta de seis carriles que él soñaba.
Ojalá esa experiencia la tomara en cuenta Cepeda Anaya antes de lanzar optimistas cantos al viento sobre la excelsa autopista que anunció, de la cual al parecer aún no asegura ni un peso para concretarla. Ojalá que logre ese proyecto por el bien de los tamaulipecos y vecinos, que sólo en su primera etapa se llevaría más de 7 mil millones de pesos.
Bien por los grandes proyectos, pero si no hay recursos ya etiquetados en la caja registradora, no se debe olvidar que si Cavazos se pudo lanzar al ruedo fue porque en ese entonces había de dónde echar mano. Hoy las finanzas públicas del Estado lamentablemente no están, hay que aceptarlo, en jauja. No culpo a nadie, es sólo la realidad.
Hago mis mejores votos porque se haga realidad esa obra, pero no puedo olvidar el viejo refrán que asienta que del plato a la boca, a veces se cae la sopa…
TRAPECIOS
Respecto a la denuncia formulada ayer por un diputado local sobre presuntos oportunistas que rondan a MORENA en el Estado, en el caso específico de Mario Ramos Tamez es una verdad monumental.
No se entiende por qué festejan el salto del ahora ex panista a las filas guindas, acción merecedora hasta de la difusión de una foto con la candidata a la Presidencia, Claudia Scheinbaum.
Las preguntas se suceden: ¿Qué puede aportar el otrora azul a las huestes morenistas?… ¿Cuántos votos podría impulsar Ramos Tamez a favor de MORENA?… ¿En verdad necesitan abrir sin filtros sus puertas?
Parece que no todo camina tan bien como aseguran los voceros de Regeneración Nacional…
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