CIUDAD VICTORIA, (ASI)— Es dramático, patético, grotesco pero real: el gobierno estatal reconoce que no tiene control sobre el manejo del penal victorense donde está internado el ex Gobernador Eugenio Hernández Flores, y pide al gobierno federal que lo traslade a una de sus cárceles, pues no puede garantizar su seguridad.

El reclusorio estatal tiene auto-gobierno, es decir, los propios delincuentes que permanecen cautivos son los que lo manejan, y han repelido violentamente las intentonas de policías por entrar y asumir su administración.

Desde la inauguración del gobierno del cambio, hace un año y 15 días, se han producido reyertas, motines y fugas en Ciudad Victoria, con un costo de más de 25 vidas humanas de acuerdo a la versión oficial, aunque se teme que la cifra real sea más del doble.

El peor derramamiento de sangre ocurrió el martes 6 de junio y tras de ser sometidos los revoltosos y enviados a otros lugares los más aguerridos, la Secretaría de Seguridad Pública hizo publicar que habían recuperado el penal y suprimido, en todo el Estado, los auto-gobiernos.

Pero era mentira pues se repitieron los hechos de sangre y hasta la fecha. En el curso de un año, no ha hecho nada notable por tener el control del penal victorense.

No aumentó el número de custodios, no construyó nuevos garitones o torres de vigilancia, no mejoró los sistemas de video-vigilancia y lo que es peor, siguen entrando al penal drogas, armas, bebidas alcohólicas, teléfonos celulares.

Es decir, la corrupción sigue imperando en esa llamada escuela del crimen.

Eugenio Hernández Flores se ha convertido en una papa caliente y tratan de deshacerse de él mediante el cómodo expediente de entregarlo a la PGR, según ellos, para que lo pongan en manos de Interpol.

Son necios, ignorantes y torpes, pues no le resulta fácil al gobierno federal tapar los errores cometidos por el sistema de seguridad y justicia de Tamaulipas, porque un proceso de extradición es complejo, tardado e intricando, además de que no se respetó el protocolo institucional para que proceda aplicarlo.

La Secretaría de Seguridad Pública, avalada por la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas y tácitamente, hasta por el poder judicial, solicitó oficialmente el traslado de Eugenio a una prisión federal, para proteger su integridad física.

Los observadores interpretan esta confesión como el reconocimiento de que no pueden con el paquete.

También es una intentona por salir del embrollo en que convirtieron el proceso judicial inventado contra el ex Gobernador, pues los abogados defensores les revirtieron al colocarlos a ellos, fiscal y juez, en el banquillo de los acusados.

Ya no quieren queso, sino salir de la ratonera, dicen jocosos algunos agudos abogados que se entretienen tejiendo elucubraciones acerca del desenlace que tendrá esta bomba mediática desencadenada para aplastar la imagen del PRI y sus vacas sagradas.

La maniobra política pudo tener éxito, si acaso el fiscal anti-corrupción o sus superiores, hubieran escogido un asunto con más agarraderas, pero las prisas los llevaron a cometer errores garrafales.

El periódico El Norte publicó en su edición del sábado 14, página 4, una información relativa al Caso Eugenio, con la revelación de que la PGR hizo aquí en el año 2012, una averiguación por presuntos delitos federales, donde no pudo conseguir pruebas que los sustentaran.

En ese año, la PGR aseguró las 1600 hectáreas y sus agentes del Ministerio Público obtuvieron constancias gubernamentales, del valor catastral de la marisma, casi 16 millones de pesos.

Saltan a la vista dos situaciones: todavía existe un aseguramiento federal de las 1,600 hectáreas y el gobierno hizo un segundo aseguramiento, también simbólico, simulado, figurado, ficticio, sobre la propiedad.

Y el valor catastral era al año 2012, de casi 16 millones de pesos, contra los más de mil trescientos millones de pesos, que le atribuye ahora el fiscal anti-corrupción.

Existen otras dos circunstancias que hacen insostenible la causa enderezada contra Eugenio: el decreto que creó la fiscalía anti-corrupción ordena que los procedimientos legales que estén en marcha (en la Procuraduría) se continúen hasta su total conclusión.

Además de que ya está prescrita la acción penal en los dos delitos imputados.

Mañana ampliaremos la información.

Por el rumbo de la UAT, el Rector Enrique Etienne Pérez del Río recibió emocionado un reconocimiento en la ceremonia y fiesta por los 50 años de la fundación de la Facultad de Comercio y Administración, Campus Victoria, que él fundó y fue su primer director.

Fue una Cena de Gala y Encuentro Generacional, donde los universitarios, docentes y estudiantes, agradecieron a Etienne Pérez del Río, haber instituido la Maestría en Administración, el primer posgrado impartido por la UAT.

El actual director de la escuela, José Antonio Serna Hinojosa, dirigió el homenaje a nombre de la comunidad de alumnos, directivos, docentes, ex directores, ex alumnos, haciendo destacar que Etienne Pérez del Río entregó a lo largo de 50 años, su vida, su corazón y esfuerzo por esta institución.

Acompañado por su esposa Felisa Orta de Etienne y de su hija Lorenia Etienne Orta, don Enrique agradeció el homenaje y se declaró satisfecho por su contribución en la formación de profesionistas que luego prestigian a la UAT y son útiles a la sociedad,

También en la línea de la educación, la presidente municipal de Reynosa Maki Ortiz Domínguez atestiguó ayer la presentación del examen único y gratuito mediante el cual, un grupo de ciudadanos recibirán su certificado de educación primaria y/o secundaria.

Se trata de un programa aplicado por el Instituto Tamaulipeco de Educación para Adultos y el gobierno municipal, encaminado a combatir el analfabetismo y darles a los ciudadanos herramientas para acceder a la educación superior y conseguir mejores oportunidades laborales.

Fueron 337 reynosenses los que se acogieron a este beneficio y fueron felicitados por la doctora Maki Ortiz Domínguez, pues ahora están en condiciones de aspirar a la superación académica y conseguir otro nivel de vida para sus familias.

En temas políticos, el diputado federal Edgar Melhem Salinas tuvo una mega-fiesta informativa en su natal Río Bravo, digno marco para el destape de nuevas aventuras electorales, con invitados de honor.

Como candidato natural a la senaduría, el joven legislador fronterizo no invitó a otros prospectos, como Ramiro Ramos Salinas, Enrique Cárdenas del Avellano, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, Alejandro Etienne Llano, Alejandro Guevara Cobos.

Se montó un escenario de lujo, con pantallas gigantescas, y un cerrojazo de oro a cargo de César Camacho Quiroz, ex presidente nacional del PRI y coordinador de la bancada tricolor en la cámara baja del Congreso de la Unión.

Allí anduvo Sergio Guajardo Maldonado pero se escondió de los periodistas riobravenses y fue de los primeros en salir en estampida tan pronto como concluyó el informe.

El compadre preferido del anfitrión, Pepe Elías Leal, brilló por su ausencia, pese a que esa ciudad es de su adopción.

Desafortunadamente las cosas empeoran en Reynosa y no hay fuerza en el mundo que mueva al gobierno estatal, panista, a poner un remedio. De viernes a sábado hubo episodios de violencia que cobraron 14 vidas humanas.

En zipizapes callejeros y con balazos, cayeron abatidos seis presuntos sicarios. Una denuncia anónima produjo el descubrimiento de 5 personas calcinadas a bordo de un vehículo, en una brecha, así como el cuerpo de un varón abandonado en la cajuela de un vehículo.

Despedimos la colaboración con el apunte de la fiesta que sus amigos le ofrecieron el sábado en Matamoros, al ex diputado y editor del periódico Contacto, licenciado Carlos Arturo Guerra Velasco, por su cumpleaños.

Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com