Ayer se dio a conocer un hecho inédito. Y tiene como escenario la capital de Tamaulipas, Victoria.
Por primera vez, como asienta la nota de EL MERCURIO, el Poder Judicial de la Federación pide a través de una solicitud de amparo protección legal para sí mismo, representado en un juez que con certeza tiene y tendrá seguidores en muchos terrenos de esa área. Es una situación para un mundo bizarro en su concepto de rareza.
La petición del amparo tiene como demandado al Presidente de la República y al Congreso de la Unión, por la Ley de Remuneraciones de Servidores Públicos, en lo que al tope de sueldos se refiere, por debajo de lo que percibe el Ejecutivo.
Hasta ahí suena interesante la trama, pero lo que sucederá con ella es la miga de este entuerto jurídico.
No sé cuáles tribunales sepan más sobre amparos que los federales. Caray, son ellos los que deciden si proceden o no. Dudo mucho que uno de sus jueces o magistrados cometa un error en su litigio, el cual ganará sin remedio.
No puedo asegurarlo, pero una gran derrota legal se avecina para el nuevo gobierno federal, a menos que sucede lo indeseable: que el Congreso, para obedecer a su jefe real, cree otras leyes que disuelvan a la judicatura actual.
Entonces, sí, entonces, estaríamos al borde de una dictadura…

“GENERALES” DE BARRO
El sainete de MORENA registrado en Victoria el pasado fin de semana en una marcha para celebrar la protesta de AMLO como Presidente, está a punto de causar un agrietamiento en la estructura de ese partido en Tamaulipas.
Uno de los protagonistas, Eduardo Gattás, presentó una queja hasta ahora no ratificada ante la Comisión de Honor y Justicia de ese organismo por supuestas agresiones de dos correligionarios, uno de ellos el propio dirigente estatal.
En realidad, no fue un ataque, pero el hecho sirve a Gattás para arrogarse el papel de víctima de un zipizape creado por él mismo para buscar reflectores, precisamente por lo que fue exhibido.
En este enredo, llama la atención la descripción realizada del ex priísta sobre él mismo. “No iba en plan de guerra, nunca has visto a un General (???) ir con sus hijos y esposa en plan de guerra”.
Sí, con apenas unos meses dentro de MORENA, don Eduardo ya se siente General y actúa como héroe de guerra para reclamar honores como paladín de la justicia, lo que confirma lo señalado en esta misma columna ayer: Por fuera en ese partido todo es lealtad a López Obrador, pero dentro del mismo las diferencias son brutales y los golpes se intercambian con generosidad.
Y lo que es peor: los oportunistas son los que podrían ganar esa batalla…

CONSUELO DE UN PADRE
En lo personal, como papá y ahora abuelo, me encanta ser testigo de cómo un hijo defiende a su padre. Y si en estos momentos amargos algo puede darle un consuelo al ex presidente Enrique Peña Nieto, es tener hijas como las que han dado y dan la cara por él.
Seis años atrás, Paulina Peña exhibió el gran amor que profesa a su progenitor en un mensaje ciertamente poco afortunado en sus expresiones –no justificable pero comprensible por sus entonces pocos años– pero cargado de pasión para rechazar los ataques a su ser querido.
Ahora, su hija política, Sofía Castro, publicó en redes un texto que en mi opinión vale doble, porque no sólo exalta el trabajo de su padre –lo que es lógico– sino también su cariño por quien califica como un padre ejemplar y de gran calidad humana.
El mensaje cala hondo hasta en su cierre: ¡Gracias Pa 2!
Ante esto, repito lo mismo que dije seis años atrás cuando leí el escrito de la casi niña Paulina:
¡Esos son hijos, no ching…!

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