Un mal olor se desprende de las oficinas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y anexas –SAGARPA por sus siglas– en Tamaulipas.
Pese a ser recursos etiquetados, autorizados y listos para su entrega, millones de pesos de diversos programas se encuentran “congelados” en las arcas de la Delegación federal que ocupa Eduardo Mansilla Gómez, en un atraso inexplicable que sigue causando quebrantos en la economía de agricultores y ganaderos del sector social en la Entidad.
Tal es su impacto negativo, que la posibilidad de nuevos cierres carreteros en las zonas afectadas del Estado, aparece nuevamente.
¿Por qué sucede esto si las asignaciones están confirmadas?
Tal vez todo se desprenda de la notoria ineptitud de Mansilla o tal vez de su insensibilidad ante los problemas que sufren los productores. Las dos opciones son comunes en estos casos.
Pero hay una tercera explicación.
La entrega de esos apoyos han sido condicionados en varios casos, de acuerdo a la denuncia de los mismos campesinos, al llamado “moche”, una práctica que ha infectado a todas las modalidades del quehacer público desde hace muchos años y de la cual al parecer no se salvan tampoco ejidatarios y comuneros.
Sería aventurado señalar que Mansilla participa en esos excesos, pero sería muy extraño que por lo menos no esté enterado de lo que sucede en los terrenos que en teoría controla y que si lo sabe –peor aún– los permita.
No es una trivialidad. En los cercanos bloqueos protagonizados por productores en carreteras de Tamaulipas, mucho tuvo que ver en su origen la exigencia de “ponerse bien” endosada a los campesinos y ganaderos, que éstos rechazaron, lo cual fue solventado gracias a la intervención directa, sin hacerse pública, del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, que logró directamente con Baltazar Hinojosa Ochoa, titular de la misma SAGARPA, eliminar esas corruptelas.
Lo anterior llama a la sospecha. ¿Por qué siguen sin moverse esos apoyos?
¿Alguien sigue intentando “mochar” a los beneficiaros de los mismos?
Es complicado aclarar esas dudas, pero una sombra flota en el ambiente. Y tiene nombre y apellidos.
Roberto Muñoz de la Garza.
El aludido aparece siempre como control directo de las operaciones para asignar recursos y apoyos en todos los programas que maneja SAGARPA. Y por desgracia para mal de los campesinos, porque también se ha convertido en referente constante del armado de acuerdos bajo la mesa que “rasuran” de manera dramática los recursos que reciben los productores. Las denuncias se acumulan, pero duermen en los archivos de la Secretaría.
¿Su cargo?
Secretario Particular del mero jefe de SAGARPA.
Como se dice entre la raza: “Echense ese trompito a la uña”…

SALUD PARA TODOS
Una frase es clásica en materia de salud física:
“Mente sana, en cuerpo sano”.
La expresión tiene aplicación no sólo en ese aspecto sino también, en un juego de palabras, en el quehacer de una administración pública. Si me permite la expongo en estas líneas:
Gobierno sano, en finanzas sanas.
Viene al caso lo anterior por el anuncio del actual Ayuntamiento sobre el ejercicio presupuestal que manejó en los dos años transcurridos, en donde no sólo no solicitó más créditos para cumplir con su agenda, sino que redujo de manera relevante la deuda municipal, de 52 millones de pesos originales a sólo 11, con un plus: deja la mesa servida para que el siguiente Cabildo la disminuya hasta 10, antes de que termine el año.
Buen trabajo de equipo. Y buen trabajo de su capitán, Oscar Almaraz…

LA FRASE DEL DÍA
“Somos fácilmente engañados por aquellos a quienes amamos”…
Moliere.

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