Hay actividades dentro de la sociedad que a veces se menosprecian o no se les da el valor que tienen, y que resulta que tienen potenciales muy importantes. El turismo es, sin duda alguna, una mina de oro para quien se atreva a exploarlo en forma adecuada, y piensa no solamente en hacerse rico, sino en ofrecer lo que su lugar de origen tiene, promoverlo, estimularlo y más.

Tula es un claro ejemplo de ello: la callejoneada del fin de semana nos deja muchas lecturas, pero quizá la más importante es que ha hecho que los tamaulipecos y de otros estados volteemos la vista hacia aquel municipio del Altiplano tamaulipeco, que antes conocíamos como Cuarto Distrito, pero que ahora tiene mucha publicidad de infinidad de sitios maravillosos.

Ahí destaca la labor de Blanca Salazar, promotora turística del Spa La Florida, que ha sido referente nacional, y en donde se parte para visitar sitios increíblemente maravillosos, como son los ríos, ojos de agua, o las vistas de las guacamayas y más.

Blanca Salazar se ha destacado por años en esta actividad que seguramente ha ubicado en la geografía nacional a su muy querido Jaumave.

Y también, si hablamos del Altiplano, es justo mencionar que hay jóvenes que desde sus inicios universitarios destacan la belleza de su lugar de origen, contagiándonos el orgullo de ser tultecos -en este caso- y de ser tamaulipeco.

Es una familia que tiene mucho que ver con la promoción turística, las artesanías, trajes típicos y todo eso que hace que Tula sea un punto de encuentro como sucedió este fin de semana.

Hemos tenido el honor de compartir conocimientos con algunos distinguidos tultecos en la Unidad Académica de Derecho y Ciencias Sociales, dentro de la carrera de Ciencias de la Comunicación, y se siente, la verdad, muy bien, cuando vemos que alguno de estos estudiantes destaca por su amor a su tierra, y tiene ideas que cristaliza en hechos, apoyado por otros orgullosos tultecos, para que tengamos más ganas aún de visitar ese rincón de tierra tamaulipeca.

Vimos la publicidad en redes sociales, y personalmente llegó a través de una incansable promotora turística como es Leidy Cecilia Cantero, destacada alumna universitaria, y excelente promotora de su tierra, orgullo de muchos, y que tiene historias muy interesantes que acontecieron en sus calles, sus lugares…sus alrededores.

Cuando Leidy viaja a Tula lo hace porque tiene promoción de algún evento de fomento artesanal o cultural: siempre está ahí, viva y activa, y nos enseña a muchos que la parte turística, si se sabe manejar, puede ser la diferencia entre vivir bien o dejar al pueblo olvidado.

Tula, como otros puntos de la geografía tamaulipeca tiene sus encantos y sitios que hay que invertirles para ponerlos bien y al servicio del turismo. Cierto, para ello se requiere dinero, pero es, pensamos, el momento de acercarnos con las autoridades promotoras del turismo y presentar ideas novedosas que nos permitan difundir estos lugares y promover más visitantes.

Cada turista es una alcancía, porque deja mucho dinero si se le sabe tratar. No es el hecho de explotarlos, pero sí de sacar el mayor provecho: atención esmerada, sitios decentes y en condiciones de ser visitados, variedad gastronómica y de paseos y todo ello que, unido en un solo proyecto no puede más que dejar buenos resultados.

Aplaudimos a los promotores turísticos que, como Leidy, hacen de su tierra un sitio del cual hay que sentirse orgullosos, y elogiamos los esfuerzos que se llevan a cabo, esperando que, junto con la autoridad correspondiente podamos ver más grandes resultados, y los sitios del Tamaulipas que vivimos se conozcan en toda la geografía nacional.

Porque Tamaulipas tiene maravillosos lugares para todo tipo de turismo. Ahora, hace falta la inversión y el ingenio de su gente.

 

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