No puede haber transformación del país si los gobiernos no resuelven la violencia. Proveer seguridad es la principal tarea del Estado y el nuestro no cumple. Desastre para un gobierno creyente en la gran capacidad del Estado para transformar la realidad social. Su estatismo, un fracaso, ni siquiera provee el servicio más básico de todo gobierno, la seguridad. 28 mil 396 homicidios dolosos diciembre 2018 a octubre 2019. Tenemos más de 30 homicidios dolosos por cada cien mil habitantes.
En la oposición, López gritaba por los “muertos de Calderón y los de Peña”, ahora en el gobierno, no cumple su promesa de corregir el rumbo y si López consideró un objetivo acotar la violencia, pues puede ser medio para perversos fines.
Ahora estamos en la era de los muertos de Obrador y narco ataques contra elementos de fuerzas armadas poblados y contra poblados perpetrados con impunidad y con éxito; la liberación de Ovidio Guzmán, en Culiacán, evento que predestina a López a la impotencia, al fracaso en pacificar el país. Y de promesa en promesa no cumplida, López baja su popularidad a grado tal que, en uno de sus bastiones, la ciudad de México, recurrió a acarreados de otras entidades para llenar el Zócalo, al presentar su informe de primer año de desastre. Los mexicanos queremos soluciones y una es que los crímenes que agravian (homicidios dolosos, extorsiones, secuestros y robo con violencia) dejen de crecer para disminuir.
En 2019, 65% de los empresarios agremiados a la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex)) reportó ser sido víctima de un delito, cifra superior en 12 puntos porcentuales a 2018, lo que representa pérdida por ocho mil 300 millones de dólares. De acuerdo con la sexta entrega de los resultados de Data Coparmex, encuesta que se aplica en el país, esta cifra es la más alta desde que inició el registro, en marzo de 2018. Robo de mercancía, ciberdelitos y robo hormiga son las principales afectaciones a los empresarios. A esto se suman fraudes en el establecimiento, robo total o parcial de vehículos, extorsión, y daño intencional a instalaciones de negocios, robo bancario y secuestros.
Por otra parte, los hogares mexicanos pagan sus deudas, no hay morosidad, no hay problema de cartera vencida, hasta antes del pasado buen fin, que ahora es sin fin, señala Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, al presentar el Reporte de Estabilidad Financiero de BANXICO, pero hay un foco rojo, de continuar la atonía económica, empezarán problemas de morosidad. Contamos con estabilidad financiera, las tasas van bajando, la inflación está en el objetivo de Banxico de 3% anual, todo ayuda al otorgamiento de créditos y una sana operación financiera. Pero, de seguir la atonía económica, aunque hay estabilidad, no se crece, estamos en 0% de expansión, familias y empresas podrán empezar a caer en morosidad. Si la actividad económica sigue estancada, no habrá nuevos empleos, o las familias no tendrán ingresos por la menor actividad económica.
La American Chamber of Commerce, en México, dice que 40% de los habitantes consume piratería. Según la OCDE somos el décimo país en producir piratería. Por eso la AmCham, en alianza con el IMPI (Juan Lozano), llevó su destrucción de productos apócrifos. En 3 años se ha destruido 8.9 millones de mercancías falsas.
México es un país preso del delito desde hace décadas. Difícil es que López logre erradicar semejante estatus, mucho más difícil, cuando ni siquiera finca acciones para “sacar al buey de la barranca”.