El incremento de la pobreza es triste, peor que es condición crónica para la mitad de la población. Hay que superar el fracaso de cómo se arman los programas sociales, no se trata de dar dinero a todos, vías beca, adulto mayor, discapacitado, etc., se debe hacer por grupo de población, superar la línea de pobreza con salario que lo permita, otro con pensión, otro con beca real, no torcida por la política.
Vea los cruceros de la ciudad, plenos de pedigüeños que obtienen mucho más que el salario mínimo, la pobreza está en el sistema laboral donde millones de personas con trabajo se convierten en fábrica de pobreza. Dos tercios de personas ocupadas trabajan sin ingreso suficiente para cubrir el costo de dos canastas básicas y 60% trabaja sin seguro social, carencias que explican el crecimiento y magnitud de la pobreza. Ningún programa social sustituye al trabajo como vía sostenible de salida de la pobreza. La fórmula exige educación de calidad con equidad, trabajo digno con remuneración suficiente y derechos laborales plenos, y sistema universal de salud y protección social, no condicionado ni vinculado a prestaciones laborales.
La solución es colocar los derechos laborales en el centro del modelo para que el trabajo digno sea palanca de crecimiento productividad y competitividad, un cambio de paradigma que sustituya la pretensión de lograr crecimiento económico con base en exportaciones, pero aplica la política de crear competitividad con base en salarios bajos y violación de derechos laborales. En la dimensión social, construir un régimen de bienestar con sistema de protección social universal no condicionado progresivo y financiado con impuestos generales, que garantice derechos sociales a todas las personas.
Este sistema universal de protección social incluye acceso a servicios de salud de calidad, un sistema nacional de cuidados y garantías de ingreso vital de emergencia a quienes pierden su fuente de ingreso o no pueden trabajar. Lograrlo exige reforma fiscal progresiva y cuando sea oportuna. ¿Viable? Hace 30 años el Bajío y regiones aledañas exportaban braceros, hoy son exportador de manufactura con mano de obra calificada y bien pagada.
Querétaro es la tercera ciudad más importante ene crecimiento de franquicias y quinta en número de establecimientos. Ostenta 15% de las marcas, la siguiente es Chihuahua, ambas, gracias a la participación Canaco y Caniracen, estatales. Las franquicias sonempleo y recursos para quienes perdieron ingreso por la pandemia y posibilidad de crecimiento para negocios que resisten a la crisis. Un atractivo es que se puede invertir desde $5 mil a través de sistema de micro financiación, donde a partir del siguiente año ya hay rendimiento. Los negocios que han subsistido son del sector alimentos y bebidas, farmacéutica y funerarios. Querétaro se ubica, en este modelo de negocios abajo de la CDMX, Monterrey, Guadalajara y Puebla, y tiene mil establecimientos, con facturación anual superior a mil millones de pesos, que generan 8 mil empleos directos con 45 marcas.