¿Se habrá expuesto al humo durante una quema de yerba el vocero de Seguridad Pública, Luis Alberto Rodríguez? Decir que los propietarios de negocios cierran por “voluntad propia” significa que está fuera de sus cabales o “está fumado”. El deterioro de la seguridad pública en Tamaulipas no ha sido posible acotarlo por causas conocidas por la sociedad y el gobierno. Fuerzas armadas y policiales se esfuerzan para erradicar el accionar violento de bandas y grupos criminales, sin éxito. Autoridades norteamericanas exhortaron en un documento a limitar la visita de sus conciudadanos a México, en especial a Tamaulipas por la violencia.
Al respecto, la Universidad Autónoma de Tamaulipas busca implementar el acceso al personal y alumnos a través de tarjetas magnéticas para abatir los actos delincuenciales que en sus instalaciones suceden. En el Cabildo, Alejandro Montoya Lozano, señala que los negocios como restaurantes y bares recortan horarios por la inseguridad con pérdidas de hasta el 80%. El C4 lanzó una aplicación para que las llamadas de números registrados para extorsión no tengan acceso a los equipos celulares y abatir las extorsiones telefónicas y los secuestros virtuales.
El deterioro de la seguridad al conducir un vehículo de motor es un problema muy importante. Hace años, los accidentes se incrementan en carreteras y ciudades de Tamaulipas. El plan de contención se enfoca en anuncios de carácter preventivo a y apoyo mecánico en los períodos vacacionales. Uno de los aspectos que permite evaluar la capacidad de conducción de un vehículo de motor es la evaluación para obtener la licencia de conducir. No hay que decir más, sólo es cuestión de dinero; la seguridad no importa y los resultados se ven en la pésima conducción, cotidiana en calles y carreteras de la entidad. Costumbres de riesgo siguen sin modificación; sigue sin utilizarse asientos apropiados para menores; se realizan varias tareas mientras se conduce; y del celular, mejor “ni hablar”.
Ver Ciudad Victoria es ver una economía en deterioro, sin capacidad de sacar del estado de rezago los servicios, sin principio de autoridad. Alumbrado; estado de las calles; el parque vehicular; las áreas verdes; las banquetas; son muestras evidentes de una economía de pobreza. Diversas organizaciones han tomado las facultades del Estado y autorizan la estancia y circulación de vehículos extranjeros que por supuesto son más baratos que los mexicanos, pero su estado mecánico se desconoce. También hay un vacío legal en toda la entidad al respecto. No se aplica alguna norma que regule las condiciones mecánicas de los automóviles para circular, así que entre la ignorancia para la conducción, la irresponsabilidad personal que se amplía a no dar importancia a las condiciones mecánicas, todo con aval por la autoridad, pues el resultado es el incremento en el número de accidentes, situación de la cual sólo ganan las aseguradoras que tienen toda una red de servicios accesorios para sacar el mayor provecho posible del daño ajeno. Las motocicletas, familias completas viajan en ellas. Los automotores de carga , remolque o camión tanque, circulan con doble carga a pesar de la prohibición, lo que significa triple riesgo. Provocan accidentes al circular a exceso de velocidad y de peso, con choferes cansados, explotados por las compañías que les exigen cumplir con horarios para la entrega de las mercancías, y además provocan grave deterioro a nuestras carreteras construidas para la circulación de vehículos de menor peso.
¿Cuál es la manera, cuál es la estrategia, cuál es la mecánica que la autoridad pondrá en acción para reducir la tasa de accidentes? La única mecánica de aplaudir es la barredora antialcohólica que cada fin de semana está en operación y que debe ampliar su visión de servicio social, elaborando un registro formal de empleo de conductores designados con personas que estén dispuestas a prestar este servicio.