Dicen algunos empresarios y políticos que cuando todos participan, todos ganan. Es algo así como el famoso. “ganar-ganar” que se maneja en ciertos ambientes y que tiene mucho de cierto. El valor de las cosas se lo damos nosotros en la medida que tenemos herramientas para hacerlo.
Y en cuestiones de turismo, aunque existe un aspecto muy paternalista, las ganancias siempre se distribuyen entre mucha gente, como si fueran denarios en una comunidad bíblica. Los que ganan en temporadas como la que se viene en Tamaulipas, son los tamaulipecos -somos- partícipes por alguna actividad o establecimiento más formal.
Sin embargo, para que exista eso que llamamos “éxito” se requiere que todos hagamos un máximo y mayor esfuerzo, considerando que se puede lograr en base a esfuerzo, ingenio, tiempo y voluntad. El turismo exige todo lo anterior y un poco más, aunque es muy generoso, porque los lugares turísticos ya están ahí, ya llegaron, no debemos inventarlos; algunos empresarios con recurso y visión construyen recursos que se pueden explotar y entonces sí, hacer de ellos una verdadera mina de oro.
Pero Tamaulipas no es únicamente Tampico y la playa de Madero, -aunque la verdad sea dicha, para algunos de nosotros existe ese paraíso y ya- y se extiende, en la entidad, por los 43 municipios.
Quien ha visitado el Altiplano, la Ribereña, el Golfo y más se dará cuenta qe es verídico pensar que tenemos una entidad que s un paraíso, y que con un poco de ingenio y voluntad podríamos sacarle el mayor provecho posible, hacerla una verdadera mina de oro, y sin contaminar.
El turismo es tan grande o tan pequeño como queramos verlo nosotros mismos, y por consiguiente, sus utilidades giran en torno a esa dimensión que hemos proyectado y puesto en marcha.
Y es con este tipo de reflexiones cuando cobra vigencia el proyecto turístico del plan de Tamaulipas para la presente administración, donde considera una serie de acciones que tienden a hacer mayor el ingreso por este rubro, pero, sobre todo, para que más gente nos conozca y pueda disfrutarnos.
Recientemente, el titular del área de turismo en el estado, Fernando Olvera Rocha visitó municipios del centro, cerca de El Cielo, donde destacó en el llamado “vergel de Tamaulipas” el que sitios históricos puedan ser visitados, encontrándolos en excelentes condiciones; igualmente, recreativos como el famoso balneario “La Alberca”, entre otros, y ha considerado con los promotores locales que están listos para recibir a quienes pretendan disfrutar del Tamaulipas histórico, legendario y ecológico. Tenemos mucho de qué presumir, sinceramente, y en ese sentido se ha desarrollado un buen plan donde autoridades municipales y estatales han unido esfuerzos y recursos para lograr estos avances.
Incluyen fondos federales, pese a los recortes absurdos de la 4T, encargada de asesinar el progreso turístico nacional.
El vergel tamaulipeco tiene sitios que verdaderamente vale la pena visitar como Santa Bárbara, las ruinas de la Señora de Nuestra Soledad de Igollo, por mencionar solamente algunas, y sin incluir las visitas a El Cielo, el mejor y mayor paseo que, insistimos en que debe ser guiado por los que saben del mismo, para evitar daños irreversibles a la naturaleza, que, generosamente nos ofrece un tributo con sus encantos y miles de recursos.
Por recursos no paramos, y los tamaulipecos los sabemos.
¿Qué sigue? Cuidar estos recursos, pugnar porque haya dinero federal, estatal y municipal en los 43 municipios, y que todos podamos saber que se cuenta con lo necesario para conservar, promover y fomentar la visita a nuestros cientos de puntos turísticos en la geografía tamaulipeca.
No echemos en saco roto estos comentarios y procuremos visitar la entidad, que la inversión que hace el gobierno tamaulipeco bien ha valido la pena en este rubro.
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