El 2023 marcó un récord histórico en Tamaulipas con la recaudación de impuestos propios, con 10 mil 796 millones de pesos ingresando a las arcas estatales.

Esta cifra, según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), es la más alta desde que se tiene registro en el año 2000. ¿Quién dice que pagar impuestos no rinde frutos?

El primer año de la administración de Américo Villarreal Anaya se ha traducido en números que cualquier tesorero envidiaría. Un incremento del 13.74% respecto al 2022 -cuando se recaudaron 9 mil 445 mdp- habla de una maquinaria recaudatoria bien aceitada.

Y para los que gustan de los detalles: 6 mil 288 mdp provinieron de impuestos, 3 mil 078 mdp de servicios y el resto de productos y aprovechamientos.

Pero no se trata sólo de números fríos. Este crecimiento en ingresos propios tiene implicaciones directas para el Estado.

Más dinero significa más obras, más programas sociales y, claro, más margen de maniobra para el gobierno estatal. Villarreal Anaya y su equipo han apostado a modernizar las oficinas fiscales, ampliar la base de contribuyentes y mejorar los sistemas de recaudación. Una fórmula sencilla pero efectiva: facilitas el pago, cobras más.

Incluso, la Ley de Ingresos del 2023 se quedó corta. El Estado recaudó 2 mil 398 mdp adicionales a lo proyectado. Tamaulipas está rompiendo sus propios récords, y la tendencia sigue en 2024. Sólo entre enero y septiembre ya se han recaudado 9 mil 465 mdp, superando todo el ingreso del 2022.

¿Y el 2025? Pues pinta aún mejor. Será año de cambio de placas y todos los vehículos deberán pasar por caja. Con un costo de 2 mil 500 pesos por placa, el gobierno espera otro empujón a las finanzas estatales.

Cuando el gobierno cobra bien, el estado crece. Habrá que ver si esta racha continúa o la recaudación récord termina perdiéndose en el laberinto burocrático.