Pasado el día en que la comunidad universitaria se ha manifestado, mediante el proceso electoral, el ingeniero José Suárez Fernández fue elegido como rector de la Universidad, para el período que comprende de 2018 a 2022.

El porcentaje de votos supera el 80 por ciento, que consideramos muy positivo dentro de la comunidad universitaria; hubo algunas unidades en las que los maestros se acercaron en un 98 por ciento a votar, y en otras, la comunidad estudiantil se volcó a las urnas para validar el proceso de elección del nuevo rector.

Aunque los agoreros del chisme y el desastre y malas noticias han cr5iticado un proceso universitario, es para sentirse cntentos cuando vemos que la comunidad participa y que no hay conflictos.

Se critica que es un proceso falto de democracia sin conocer el término: Suárez es hoy rector electo, y lo será oficialmente a partir de enero próximo, y ha gestiona, seguramente, la conformación de su gabinete de trabajo.

Quien conoce a Pepe Suárez sabe que es una persona sencilla, tranquila, y que gusta del trabajo académico por sobre todas las cosas; muchos años de trayectoria universitaria avalan los comentarios positivos que se hacen de su persona y avalan la reputación que le llevó a la candidatura y hoy a la elección definitiva.

El ingeniero tiene una visión bastante interesante del rumbo que quiere dar a la UAT: se busca seguir la proyección económica en el sentido de trabajar con mucho orden, de gastar lo estrictamente necesario y privilegiar la academia, la investigación y el trabajo de los universitarios. Buscar que la nuestra sea una Universidad con una buena reputación y siga creciendo en los ratings nacionales e internacionales como ha sucedido en los últimos años.

Muchos queremos ver a la nuestra entre las mejores universidades del mundo y trabajamos diariamente por ello; otros, solo queremos, y algunos, los menos, quisiéramos verla hundida, cada día más, para poder seguir criticando sin trabajar, como siguen haciendo algunos integrantes de grupos de delincuentes que aún mantiene a uno o dos rémoras en algunos espacios de la UAT, y desde ahí pretenden causar el daño que se pueda lograr.

Contra esos elementos deberá trabajar Suárez, para que definitivamente abandonen a la máxima casa de estudios tamaulipeca, y nos permitan a los que queremos, seguir ese camino del crecimiento en dos funciones determinantes que tienen que ver con la academia y la investigación.

Es importante saber que la UAT hace mucha investigación y se refleja su quehacer en publicaciones internacionales que tienen una gran reputación, siguen creciendo y nos permiten también estar a la par con diversos temas de desarrollo internacional que el mundo de hoy requiere.

Bien, la importancia del asunto estriba en el cambio de dirección de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, y que haya podido llevarse en consenso, y que el ingeniero José Andrés Suárez Fernández será el próximo rector. Se espera, en la comunidad universitaria, que se sigan fomentando esos programas que durante años han ido creciendo, en un ejemplo del quehacer universitario, y también es importante ver la forma en que se llevará a cabo la administración universitaria en tiempos en que México entero ha recortado su gasto a este rubro debido a la crisis que padecemos desde hace años.

Habrá que estar muy pendientes de todos los campos para justificar cada inversión que se lleva a cabo en el Alma Mater tamaulipeca.

Lo que sigue es esperar a que llegue la fecha, agradecer a la presente administración rectoral encabezada por Enrique Carlos Etienne Pérez Del Río por haber entregado 4 años de fructífera labor, reconocer el gran esfuerzo realizado, y ver hacia delante, en una proyección de la UAT hacia el milenio que vivimos ya, y que demanda retos importantes, drásticos, y un cambio generacional que esperamos esté bien representado por la nueva administración rectoral, en bien de miles de jóvenes tamaulipecos, científicos y miembros de una comunidad que reclama espacios, gestiones y muchas cosas más.

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