La soledad de las personas mayores se ha convertido en un problema social y familiar. 18% de la población española es mayor de 64 años, y de ellos 2 millones de mayores viven solos, siendo el 72% mujeres. A partir de los 65 años los riesgos de muchas enfermedades se eleva, lo que aumenta la preocupación de los hijos por los padres.
Uno de los miedos de los jóvenes es que se encuentren mal estando solos y no puedan comunicarse con nadie. Aplicaciones como Safe365 permiten conectar directamente con los servicios de emergencias o familiares sin necesidad de que la persona mayor tenga conocimientos tecnológicos, ofrecen un uso sencillo y gratuito.
La motricidad y la fortaleza corporal disminuyen en la tercera edad, esto hace que las caídas sean frecuentes y desencadenen graves lesiones. Los hijos se preocupan porque sus padres tengan una caída y no sean capaces de informar a nadie. La preocupación aumenta si pasean por sitios solitarios o poco transitados.
La soledad y los problemas anímicos muchas veces van unidos. Muchos jóvenes temen que sus mayores sufran depresión, sin ellos ser conscientes. Una forma de asegurarse de que todo está bien es confirmar que realizan sus rutinas, se levantan, van al mercado, salen a pasear, etc.
La mayoría de hijos se sienten orgullosos por sus padres y están agradecidos por su infancia; cuando los papeles se tornan y sus mayores necesitan que les cuiden, muchos tienen miedo al fracaso y a no estar a la altura. Se autoexigen tareas casi imposibles por su actividad profesional, incluso algunos renuncian a su propia vida para dedicarse 100% a sus padres.
Es habitual querer estar cerca de los nuestros, les pasa a los padres con los hijos cuando son pequeños, a los hijos con los padres cuando estos son mayores. Tener la opción con aplicaciones de saber dónde están y si hacen su rutina, tranquiliza. La tecnología desarrolla soluciones que alivian estos problemas para que los mayores se sientan más seguros y los jóvenes más tranquilos.
Las personas mayores que viven solas tienen mayor riesgo de sufrir demencia, y de empeorar el estado general de salud, física y mental, al producir sufrimiento y en las personas vulnerables. 15% de las personas mayores tienen sentimientos de soledad y 40% sienten soledad. Se produce por sensación de aislamiento, emociones negativas que, unida a falta de vinculación con la comunidad, se fragua a lo largo de un tiempo, lo que influye negativamente en la salud de las personas de manera física y psicológica.
Existe relación entre aislamiento y problemas de salud físico y psíquico. Incide en el aumento de demencia, depresión o Alzheimer, agrava problemas vasculares, la tensión arterial, afecta el sistema inmunológico y empeora la nutrición y la movilidad.
La soledad es un problema social y sanitario, prevalente y su relevancia aumenta con la edad y las situaciones de vulnerabilidad y dependencia. Se debe intervenir en medidas para que los mayores que se sienten solos aprendan a gestionar su propia soledad, a sensibilizar a la comunidad sobre este problema y tomar acciones que estimulen el contacto social activo y participativo de las personas mayores para aumentar la autonomía, disminuir el aislamiento social y desarrollar la implicación de toda la sociedad hacia estas personas.