Desde Roma el sistema de caminos era vital para su desarrollo al conectar regiones, puertos y fronteras y alimenta sectores de infraestructura: aeropuertos, puertos, autotransporte, líneas ferroviarias, centrales de energía, petroquímicas, refinerías, centrales eléctricas, presas, aduanas, zonas turísticas, bases militares, etc.

La red federal carretera exige recursos los cuales sufren recortes y son insuficientes para mantenerla en buen estado para que brinden servicio seguro y adecuado de vehículos particulares, autobuses y camiones. En la entidad, las carreteras al norte  de Ciudad Victoria muestran baches y otros deterioros que ponen en riesgo a quien  circula, amén del estrangulamiento del tráfico en varios puntos de revisión que es común estén sin operar, excepto para estorbar formando kilómetros de filas de todo tipo de vehículos de motor.

Según el World Economic Forum, en 2019, México ocupa el lugar 47 en calidad de sus carreteras, año de la caída en la inversión para mantenimiento. En 2019 se ejerció para reconstrucción y conservación $15,567 millones, en 2023, $6,943 millones (Hacienda), más bajo desde 1996. El presidente López suspendió el programa de conservación y mantenimiento carretero 2024 y envió ese recurso a la Sedena, quien está a cargo del programa de mantenimiento, en especial en el Sur.

La principal causa del mal estado carretero es falta de estrategia en la conservación con la infraestructura que debe incluir modernización de las vías pues van quedando obsoletas. La SICT requiere 215,000 mdp para ampliar 4,100 kilómetros de carreteras. Otro factor en el deterioro es que se registra mayor tránsito al esperado en el diseño de las carreteras con pesos y dimensiones mayores a los permitido por la NOM-012 del autotransporte. El involucramiento de SEDENA en el mantenimiento provoca opacidad en el manejo del dinero, por el presidente.

Sacrificar los recursos destinados a la construcción, modernización; conservación y mantenimiento carretero, es una decisión que afecta de manera negativa y continuar perdiendo la derrama económica de la relocalización de empresas.

Los efectos de un mal estado de las carreteras en los usuarios son: mayor riesgo de accidentes, mayores costos del transporte, mayores tiempos de traslado, mayor contaminación; disminución de la productividad y competitividad en general del país. La modernización, conservación y mantenimiento de nuestras carreteras es uno de muchos de nuestros retos más importantes y urgentes.